La aplicación más frecuente de un sonómetro es la de determinar, de una forma objetiva, los niveles de presión sonora que soporta el ser humano. Para ello, disponen de determinadas redes de ponderación que hacen que la respuesta en frecuencia del sonómetro sea equivalente o igual a la del oído humano.
Por normalización y hábitos, la más extendida es la denominada ponderación A. En la medida de un nivel de presión sonora, el valor en decibelios deberá ir acompañado del índice (A), que señala que dicha medida ha sido efectuada con la citada ponderación.
Una vez que la señal ha atravesado la red ponderada apropiada, deberá ser procesada para alimentar correctamente al sistema indicador o de presentación de datos.
Estas formas de presentación de datos no evitan la necesidad de utilizar un rectificador de valor eficaz (también se utilizan rectificadores de valor de pico) y un convertidor lineal-logarítmico.
Para evitar diferencias de lecturas sobre señales sonoras idénticas, los periódos de promediación o constantes de tiempo están unificados por varias normas internacionales (CE651 para Europa) y son los siguientes:
- Lento (slow): promediación sobre 1 s. Se usa cuando la señal fluctúa ampliamente.
- Rápido (fast): promediación sobre 125 ms. Se usa para señales estacionarias.
- Impulso (impulse): promediación de subida 35 ms. Promediación de caída 1 s. Se usa para medir señales transitorias sobre el punto de vista de sensación sonora en el óido humano como señales impulsivas.
En algunos casos, es necesario recurrir a constantes de tiempo más rápidas que las antes citadas; en estos casos se recurre al uso de rectificadores de valor de Pico (Peak), con tiempos de subida del orden de los 50 ms.
Tanto en el caso de utilizar valores de Pico como en algunas ocasiones con los valores impulso, rápido o lento, se dispone de circuitos de retención del valor máximo (max hold) que "congelan" el indicador en el valor máximo recibido hasta que se haga una puesta a cero (reset) del sistema.
Los avances producidos en el campo de la electrónica han permitido incluir en los sonómetros, procedimientos de integración temporal en largos períodos. Así surgen los denominados sonómetros integradores, los cuales pueden calcular valores tales como el Nivel Continuo Equivalente (Leq) o el Nivel de Exposición Sonora (LAE).
Habitualmente en los sonómetros el cálculo de Leq se realiza mediante muestreo temporal, con lo que la integración queda convertida en un sumatorio de muestras. Esto permite tanto el cálculo del Leq sobre períodos fijos (por ejemplo 1 minuto), así como durante períodos variables y no determinados hasta el final de la medida.
Además de las características antes citadas, es conveniente que los sonómetros dispongan de zócalos o clavijas que permitan conectar la señal rectificada o no, a otros equipos suplementarios, tales como bancos de filtros para análisis en frecuencia, registradores magnéticos, registradores de nivel, osciloscopios, etc.
Los sonómetros se clasifican según su grado de precisión en clase 0, 1, 2 y 3, siendo la clase 0 los de máxima precisión. Para muchas medidas normalizadas se recomienda utilizar los sonómetros que sean al menos de clase 1, pues los de clase 2 y 3 presentan mayor tolerancia.
Además de lo anterior, se debe incluir el error debido a la tolerancia del instrumento utilizado, y que es la siguiente:
- Instrumento Tipo 0: +/- 0.4 dBA
- Instrumento Tipo 1: +/- 0.7 dBA
- Instrumento Tipo 2: +/- 1.0 dBA
- Instrumento Tipo 3: +/- 1.5 dBA