PUFENDORF

 

Persona, obra e ideas

El iusnaturalismo racionalista tiene su mayor desarrollo en Alemania durante el siglo que va desde mediados del XVII (Paz de Westaflia) a mediados del XVIII (Wolff muere en 1754). Es cultivado por profesores universitarios —algunos de ellos participaron en la política como consejeros de algún príncipe— que escriben tratados o manuales destinados a la enseñanza.

La primera gran figura de esta serie es Samuel Pufendorf (1632-1694), natural de Sajonia, hijo de pastor luterano. Llamado por la Universidad de Heidelberg para ocupar la recién creada cátedra de Derecho natural y de gentes, la primera en Europa, enseñó en ella durante unos años (1661-1670) y publicó con pseudónimo su famoso estudio de la constitución del Imperio, De statu imperii germanici (1667). Disgustado con el ambiente de Heidelberg aceptó la invitación de Carlos XI de Suecia para ocupar una cátedra de la Facultad de Filosofía y Derecho de la universidad de Lund (1670). Allí estuvo hasta que Lund fue transferido a Dinamarca (1677). Son los años en que escribe su obra principal Derecho natural y de gentes. Él mismo hizo un resumen para los estudiantes titulado Deberes del hombre y del ciudadano según la ley natural. Al dejar la universidad fue nombrado oficialmente historiógrafo de Suecia y fue además consejero privado del rey (Carlos XI). Fruto de este empleo es su obra histórica más importante, escrita en alemán, Introducción a la historia de los más importantes reinos y estados de Europa. De Suecia pasó a Berlín (1688) para desempeñar los mismos cargos al servicio del príncipe elector de Brandenburgo, Federico, el que se autonombrará primer rey de Prusia, aunque este acontecimiento ya no lo verá nuestro autor.

Pufendorf no fue un creador. El mérito principal de su obra consiste en haber sabido sistematizar y exponer las ideas de otros (sobre todo Grocio) con gran claridad. Por ella sus libros tuvieron una enorme difusión. Esta claridad viene en gran parte de la actitud metódica con que Pufendorf estudia la filosofía moral, jurídica y política. Cree que el razonamiento geométrico es el paradigma de todo razonamiento científico y, por tanto, debe aplicarse a la filosofía práctica. Si el pensador es fiel al método geométrico, puede alcanzar en los enunciados morales y jurídicos una certeza equivalente a la de la geometría. Con estos planteamientos Pufendorf se constituye en el verdadero teórico del Derecho natural como derecho necesario, inmutable, derivado de la naturaleza humana y, por tanto, plenamente secular. Consecuentemente, quiere extender el principio de racionalidad al ámbito del Derecho positivo que empieza a ser valorado por su contenido racional.

 

 

Pensamiento político

El Estado es la forma más perfecta de sociedad, en consecuencia es la más necesaria —en cuanto a necesidades de desarrollo de la naturaleza humana— y la más obligatoria: en el Estado el Derecho natural adquiere la categoría de derecho efectivo (un planteamiento que anticipa el concepto de derechos perentorios de Kant).

Para explicar el origen del Estado, Pufendorf utiliza los dos recursos clásicos en su tiempo, el estado de naturaleza y el contrato. El hombre natural no es totalmente peligroso, pues es sociable, ni totalmente inocente, pues ya se ha producido el pecado original. El Estado se forma por el doble contrato, social y político. El pueblo, por tanto, se constituye en realidad antes que el gobernante y establece la condiciones que regulan la función del gobernante: puede limitar o no limitar el poder del gobernante. Esta limitación se entiende en cuanto a la atribución de funciones y en cuanto a la constitución de instituciones que controlen el poder del gobernante, porque la misma concepción del pacto político dentro de la teoría del Derecho natural pufendorfiano implica esenciales limitaciones internas al concepto de poder político. El contrato político para Pufendorf es, ante todo, origen de deberes: el deber de obediencia de los ciudadanos y el deber de promoción del orden y bienestar general del gobernante. En este deber está incluido el derecho a determinar qué es el orden y el bienestar general, lo cual refuerza enormemente la posición del gobernante.

En la concepción de la soberanía sigue de cerca a Bodino. Es un poder que está subordinado al Derecho natural, a los pactos contraídos y a las leyes fundamentales del Estado. Este último concepto está mucho más elaborado que en Bodino gracias a la concepción pactista del Estado. Es el pueblo el que impone la forma de gobierno. Para Pufendorf la más perfecta es la monarquía pues encarna mejor, con más claridad y eficacia, la unidad e indivisibilidad de la soberanía. Ahora bien, en el pacto originario el pueblo puede establecer que, para la formación de la voluntad soberana de una monarquía, el monarca tenga que hacer una consulta previa a un consejo o a una asamblea de estamentos.

Con este concepto más elaborado del Estado examinó la constitución del Imperio, «un cuerpo irregular y semejante a un monstruo», para concluir que no constituye un Estado, sino una confederación de Estados, pues la soberanía, el summum imperium, estaba en manos de los príncipes. En este aspecto la teoría política de Pufendorf venía a confirmar los resultados de la Paz de Westfalia.