Martín Medina me envía un artículo sobre un nuevo record en relojes atómicos. Se trata de un reloj que utiliza un único átomo de aluminio y que sólo atrasa alrededor de un segundo cada 3.700 años. El reloj tiene miles de aplicaciones, como el perfeccionamiento del Sistema de Posicionamiento Global (GPS). Con relojes más precisos a bordo de los satélites que alimentan el GPS, los errores del sistema se podrían reducir a ínfimas fracciones de milímetro, lo que facilitaría entre otras cosas el aterrizaje de aviones sin piloto, etc. El reloj desde luego no sirve como reloj de pulsera, pero bueno... nadie es perfecto.

Martín Medina Molina

La obsesión humana por alcanzar la perfección absoluta no tiene límites. Los científicos se ha encargado de diseñar un prototipo que no se atrasará más que un segundo cada 3.700 millones de años. Esta máquina de auténtica precisión se utilizará para descubrir los misterios de la creación y para muchas otras cosas cotidianas.

Este reloj de lógica cuántica está basado en las vibraciones de un único átomo de aluminio, que sólo atrasará un segundo en los próximos 3.700 millones de años. Para que nos hagamos una idea de la salvaje precisión del nuevo aparato, es suficiente con decir que el cronómetro atómico que se usa en EE.UU. oficialmente para fijar la hora (el NIST-F1 de cesio) se desvía un segundo cada 100 millones de años.

¿Cómo funciona este artilugio cuántico? El «tictac» viene dado por los cambios de estado, las vibraciones de un átomo de aluminio cargado eléctricamente. Este material ofrece una fuente excepcional de latidos estables. Tanto que los actuales sistemas láser no son capaces de detectar sus movimientos. Los científicos estadounidenses han tenido que idear un mecanismo a través de un «chivato» para saber que pasa dentro del reloj, que es como un frigorífico de grande

El super cronómetro ayudará a poner a prueba las teorías físicas actuales. La extraordinaria precisión del cronómetro podría detectar minúsculas variaciones, propuestas por algunos físicos teóricos, en la velocidad de la luz en el vacío. También podría testar con exactitud la dilatación del tiempo, predicha por la teoría de la relatividad y verificada por primera vez en 1959. Como vemos este reloj puede ayudar a descubrir los grandes misterios del Universo.

 

Martín Medina Molina