Francisco José Gómez Aguilar 

 

Como ya sabemos el Premio Nobel de Física de este año se entrego a un experimento loco con una cinta adhesiva y un lápiz convencional de punta de grafito (si así fue). Los ganadores, los científicos de origen ruso Andre Geim y Konstantin Novoselov, se plantearon, con una buena dosis de ingenio y humor, la idea descabellada de extraer del grafito capas del espesor de un átomo con la simple ayuda del adhesivo. Y a base de múltiples repeticiones lo consiguieron, pero para su sorpresa la minúscula lámina detectada no se había desintegrado. Se mantenía estable, y ya no era grafito. Así fue como nació hace seis años en un laboratorio de la Universidad de Manchester (Reino Unido) el grafeno, el material más resistente que se conoce, más duro que el diamante y doscientas veces más que el acero, y también el más fino y moldeable, lo que lo convierte en un nuevo material bastante interesante por su dureza y su facilidad de ser moldeado.

 

 

Las posibles aplicaciones que se abren para este nuevo material son muy amplias empezando lo que podría ser la nueva revolución tecnológica. Una de las mas asombrosas características del grafeno es que es un material que solo tiene dos dimensiones (no tiene altura) , por lo que su mínimo espesor de apenas un átomo lo convierte en el mejor conductor de electricidad, muy por encima del cobre además esto va unido a su transparencia por lo que también lo convierten en un elemento ideal para la fabricación de microchips o pantallas enrollables.

 

Aquí podéis ver un video bastante interesante de las posibles aplicaciones del grafeno: