Los primeros trabajos llevados a cabo en el marco de este proyecto de investigación se han centrado en la elección de tres centros educativos con líneas de educación primaria, la realización de un diagnóstico previo de la situación en estos tres centros, a través de un cuestionario rellenado por las familias de los escolares de primaria y otro rellenado por los propios escolares, y la confección de una propuesta inicial de itinerarios y paradas de pedibus a las familias que han mostrado interés en participar.
Elección de los centros participantes
La elección de los centros educativos ha estado condicionada en parte por las circunstancias temporales del proyecto. De esta forma, se ha reducido el ámbito de elección a centros educativos de la ciudad de Córdoba, donde reside el equipo investigador del proyecto.
Los requisitos para la elección de los centros han sido: que estuvieran en proceso o hubieran realizado o implantado proyectos de camino escolar en cursos pasado, que existiera una fuerte implantación de la comunicación digital entre el centro y las familias, o en el uso de aplicaciones para gestionar aspectos relacionados con la educación, y la predisposición del centro a participar en el proyecto, requisito sin el cual la realización de las acciones derivadas de éste se complicarían.
En primer lugar se ha hecho una búsqueda de centros en los que se hubieran realizado o implantado acciones para favorecer el desplazamiento a pie de los menores. En la ciudad de Córdoba, a pesar la existencia de programas de visitas de escolares al Centro de Educación Vial desde hace unos años y de las actividades realizadas en el marco de eventos como el Día del Medio Ambiente o la Semana de la Movilidad, no ha existido un programa a escala municipal de caminos escolares al que los centros pudieran adherirse, como el que existe en ciudades como San Sebastián, Barcelona o Madrid. Los proyectos de camino escolar desarrollados en Córdoba se reducen a un piloto llevado a cabo en el CEIP Tirso de Molina en el año 2009 y un proyecto municipal cuya implantación comenzó en 2014 y se prolonga hasta la actualidad en los colegios de la zona Tendillas Sur (Santa Victoria, Inmaculada, La Milagrosas, Esclavas).
El primero se basó en un diagnóstico de movilidad, un programa de concienciación y la puesta en marcha de grupos de pedibus acompañados por ludotecarias. Tuvo un recorrido corto al ser un proyecto piloto. El segundo está siendo llevado a cabo por la Delegación de Educación e Infancia y la de Movilidad, Accesibilidad y Transportes del Ayuntamiento de Córdoba y se ha basado en una mejora de las condiciones peatonales en el entorno de los centros, una campaña de concienciación, la puesta en marcha de aparcamientos frontera en diversos puntos del casco histórico, y la puesta en marcha de líneas de pedibus. Su motivación principal es la reducción del uso de vehículos motorizados en el acceso a los centros educativos de la zona, que tiene características urbanas especiales que lo hacen necesario.
Se mantuvieron contactos con los responsables del proyecto municipal, pero dado que éste se encontraba en el inicio de la puesta en marcha de las líneas de pedibuses, se consideró que la realización de esta investigación, con una metodología que no estaba prevista en ese proyecto, podría interferir en los resultados. Por lo tanto, se descartó a los colegios de la zona Tendillas Sur para este estudio, a pesar de su evidente interés, por presentar patrones de movilidad muy diferentes a los del resto de la ciudad y un mayor predominio del vehículo motorizado. Hay que hacer notar que en las siguientes fases de esta investigación se recabarán datos de este proyecto.
El Tirso de Molina sí fue elegido al cumplir con los requisitos y presentar su Directiva y Consejo Escolar una muy buena predisposición a participar en el proyecto.
Posteriormente se realizaron consultas previas a varios centros educativos de diferentes características dentro del casco histórico no incluídos en el proyecto municipal, pero el grado de predisposición a colaborar mostrado y el poco tiempo disponible han desaconsejado su inclusión.
Por otro lado, se contactó con el colegio Virgen del Carmen, que en los últimos años ha llevado a cabo una implantación de la cultura digital en sus procesos de comunicación con las familias y de diferentes innovaciones tecnológicas en sus procesos de gestión. La predisposición del centro a participar en el proyecto fue buena, y éste hecho, unido a lo anterior, y a unas características del centro y del alumnado que a priori podrían significar una mayor proporción de viajes motorizados, hizo que se eligiera a este centro también.
Por último, se produjo el contacto con el Colegio Séneca, que presenta la educación ambiental como uno de sus valores educativos principales, y que está incluído en el proyecto Ecoescuelas de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y aspira a obtener la acreditación de Bandera Verde por los méritos realizados en este ámbito en los últimos años. Estas características, y la predisposición a colaborar en el proyecto por parte de la directiva del centro se ha considerado clave a la hora de elegirlo como uno de los colegios en los que llevar a cabo el estudio.
Obtención de datos previos
Una vez elegidos los centros educativos, para la recogida de datos previos se diseñaron un cuestionario para familias y otro para alumnado, así como una hoja de consentimiento para utilizar sus datos de domicilio y su correo electrónico en el caso de que estuvieran interesados en recibir más información.
Para evitar que las hojas de respuestas tuvieran asociados los datos personales de los alumnos y las familias, se estableció un sistema de códigos basados en los listados de clase de los centros educativos. De esta forma, es posible analizar de forma conjunta los datos de los alumnos y sus familias, así como estudiar el cambio de hábitos de desplazamiento producido tras la puesta en marcha de los grupos de pedibus utilizando datos anonimizados. A los profesores se les adjuntó una nota explicativa de los códigos, haciendo hincapié en que cada alumno/a llevaba uno asociado. Esto permitirá también llevar a cabo en años posteriores estudios longitudinales sobre el cambio de hábitos de los alumnos expuestos a este proyecto si es oportuno.
El cuestionario para familias se hizo llegar a los centros educativos, con la petición de hacerlo llegar a todas aquellas con hijos en ciclos de educación primaria. Los cuestionarios eran entregados por los profesores tutores en sus clases a los escolares, que debían traerlos rellenos de casa en el plazo de una semana.
En éste cuestionario, la información recogida estaba relacionada con tres temas principalmente: cómo y con quién se realiza el camino al colegio, cuales son las motivaciones para utilizar un modo de desplazamiento u otro, y por último, cual era su predisposición a participar en un grupo de pedibus.
Posteriormente, el equipo de investigación recogió los cuestionarios para familias de los centros educativos y realizó presencialmente, con la colaboración de la directiva de éstos, el cuestionario para alumnos en cada una de las clases de primaria, desde el primer curso (1º) hasta el último (6º). Sólo se recogieron las encuestas de aquellos alumnos cuyas familias habían expresado su consentimiento a participar en la investigación.
Pueden verse los modelos de encuestas en la sección de Documentación de esta página
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