El biocarb�n o biochar es un producto similar al carb�n que se produce por el calentamiento de materia vegetal en una atm�sfera pobre en ox�geno. Por este procedimiento, denominado pirolisis lenta, alrededor del 50% del carbono de la biomasa queda almacenado en el biocarb�n, por lo que resulta un material muy interesante como sumidero de CO2 que contribuya a reducir el efecto invernadero.

El uso del biocarb�n no es nuevo, y el estudio de los suelos amaz�nicos conocidos como terra preta nos revela que es un material muy estable que puede permanecer en el suelo entre 500 y 7000 a�os. Adem�s, se trata de suelos muy f�rtiles, que sugieren que el biocarb�n podr�a mejorar la producci�n agr�cola. Por eso, los cient�ficos est�n empezando a estudiar las caracter�sticas del biocarb�n procedente de distintos residuos vegetales y sus efectos sobre las propiedades del suelo y el crecimiento de las cosechas. Dos recientes trabajos publicados por investigadores de la Universidad de C�rdoba nos revelan algunos de ellos.

M�s crecimiento para las plantas
En el primer trabajo, publicado en la revista Biology and Fertility of Soils, los cient�ficos analizaron el efecto de la adici�n de biocarb�n producido a partir de restos de poda de olivo sobre el cultivo de trigo. Para ello dividieron una parcela experimental en bloques: a la mitad de ellos se les a�adi� biocarb�n en una cantidad de 4 kg/m2, mientras que la otra mitad no recibi� tratamiento.

Los resultados revelaron que la adici�n de biocarb�n aument� la capacidad de retenci�n de agua del suelo y redujo su grado de compactaci�n. �La mejora de las propiedades f�sicas del suelo puede tener un papel decisivo en climas secos como el mediterr�neo, en el que la baja disponibilidad de agua es un factor limitante para la agricultura�, explican los autores.

Adem�s, los suelos que recibieron tratamiento de biocarb�n tambi�n aumentaron su contenido en nutrientes. �Vimos que el biocarb�n act�a como si fuera una esponja que retiene los nutrientes. Y, aunque no lo observamos directamente, parece que las plantas desarrollan una mayor proporci�n de ra�ces finas que envuelven al biochar�, explica Rafael Villar, profesor de Ecolog�a en la Universidad de C�rdoba y uno de los autores del estudio. �Las ra�ces finas hacen que la planta asimile mejor los nutrientes y el agua, y esto desemboca en un mayor crecimiento de la planta�. Todos estos cambios han podido ser responsables del aumento en un 27% de la producci�n de trigo en las parcelas tratadas con biocarb�n.

El efecto del biocarb�n, diferente seg�n su origen
En otro trabajo, publicado en la revista Journal of Plant Nutrition and Soil Science, los autores evaluaron el efecto del biocarb�n procedente de diferentes or�genes (huesos de aceitunas, c�scaras de almendra, paja de trigo, astillas de madera de pino y poda de olivos) sobre plantas de girasol cultivadas en un invernadero experimental en el que se contralaban las condiciones ambientales.

Los resultados revelaron que el efecto del biocarb�n es diferente seg�n el origen de este. �Algunos son muy porosos, como el que proviene de la paja de trigo, mientras que otros como el de hueso de aceituna son m�s densos, y esto tiene consecuencias sobre la densidad del suelo, explica el investigador�. Por lo tanto, si bien el biocarb�n tiene mucho potencial para mejorar la productividad de los suelos agr�colas, �su uso debe basarse en las propiedades espec�ficas de cada biochar, prestando especial atenci�n a su efecto sobre la disponibilidad de nutrientes en el suelo�, explican los autores del trabajo.

�Es rentable fabricar biocarb�n?
Lo que est� claro es que el uso del biocarb�n podr�a traer grandes beneficios. �Ahora mismo la poda del olivo se tritura y se devuelve al campo. Como consecuencia se descompone y el CO2 se libera a la atm�sfera. Y si hay enfermedades, al molerlo se pueden expandir por el suelo. Con el biocarb�n te ahorrar�as la emisi�n de CO2 y la difusi�n de plagas, adem�s de mejorar la producci�n agr�cola�, indica Villar.

El reto actual es conseguir que la producci�n de biocarb�n sea econ�micamente viable. �Ahora mismo se trabaja en el desarrollo de maquinaria que permita hacer el biocarb�n in situ, igual que sucede con las trituradoras. De esa forma lo puedes echar directamente al suelo. Lo que no compensa, y por eso no se hace ahora mismo, es transportar los restos de poda a una incineradora y devolver despu�s el biocarb�n al campo�, concluye el investigador.

Alburquerque et al. 2014. Effects of biochars produced from different feedstocks on soil properties and sunflower growth. J. Plant Nutr. Soil Sci. 177: 16�25
Olmo et al. 2014. Wheat growth and yield responses to biochar addition under Mediterranean climate conditions. Biology and Fertility of Soils 50(8): 1177-1187