“La mujer rural presenta una doble discriminación, como mínimo: por ser mujer y por ser rural”, ha considerado Mercedes Osuna, directora de la Cátedra Intercultural de la UCO. Junto al profesor Luis Rodríguez, han presentado los resultados del estudio en el Rectorado a representantes de la Administración, sindicatos, asociaciones y empresas del sector del turismo rural, en el que se han mostrado los resultados de esta investigación en Andalucía. El proyecto Paygap ha estudiado las diferencias salariales en mujeres rurales que trabajan en el sector turístico en Andalucía, Castilla y León y Navarra y ha llevado a las tres autonomías los resultados en diferentes sesiones formativas.
Además percibir una retribución una quinta parte inferior que los hombres, las mujeres que trabajan en turismo rural presentan al menos dos tipos de discriminaciones más, han explicado estos coordinadores. “Hay un mayor grado de mujeres que trabajan como autónomas y muchas otras no tienen contrato, asumiendo el trabajo por circunstancias familiares o como parte de las taras domésticas”, han explicado.
La investigación
La encuesta alcanzó a 245 empresas vincualdas al turismo rural en Andalucía, desde establecimientos a turoperadores. Finalmente fueron validadas 201, de las que 97 el propietario era un hombre y 104 tenía una propietaria femenina. La edad media entre los varones participantes en la encuesta era de 46 años, por 42 entre las mujeres. Se observó un sector profesional atomizado, compuesto fundamentalmente por microempresas, por lo que había un claro predominio de autónomos entre los trabajadores.
Los investigadores analizaron el perfil socioeconómico de los encuestados (sexo, edad, formación, si tenían pareja o personas mayores o menores dependientes a su cargo), datos del puesto de trabajo (como la categoría profesional y la remuneración), el grado de satisfacción y otros datos empresariales.
El trabajo de investigación ha contemplado una fase básica y luego otra aplicada. A partir del proyecto, se ha elaborado un manual de buenas prácticas y un código ético para las empresas del sector que ha sido presentado en la jornada de trabajo.
Conclusiones
La remuneración media de los hombres fue de 1.218 euros, mientras que entre las mujeres era de 994 euros, lo que supone una diferencia del 22,54% entre un sexo y otro. Los datos son acordes con otros sectores y con estudios realizados tanto a nivel sociológico como por parte de los sindicatos y la Administración.
Aunque no había diferencia entre géneros en cargos directivos por el alto grado de emprendimiento que hay en el sector, sí se observaron diferencias en la formación académica de los trabajadores y empresarios. En líneas generales, las mujeres estaban mejor preparadas. Si entre las personas sin estudios, había una mujer por cada hombre, en el caso de doctores había un 60% de mujeres y 40% de hombres. Esto es, a pesar de disponer de mayor nivel de estudios, ellas cobraban menos que ellos.
Sin embargo, la satisfacción por el salario percibido era similar entre los dos sexos. El 50% de los hombres y el 52% de las mujeres se mostraba satisfecho. Tampoco había diferencias si se les preguntaba por el salario percibido según el nivel de preparación (el 50% de ellos y el 48% de ellas decía estar satisfecho).