Durante el acto Salomé Adroher ha destacado la importancia de esta Escuela, que se inaugura justo el día en que entra en vigor la nueva Ley y ha asegurado que esta norma dibuja un nuevo perfil de voluntariado, marcado por la diversidad, pues ya no sólo atenderá la acción social sino también otros ámbitos, como el cultural. Según la Directora General, el voluntariado del siglo XXI está empoderado y además es “un voluntario formado, no sólo en aptitudes, sino en actitudes”.
Por su parte, Luciano Poyato, ha asegurado que la nueva Ley del voluntariado es fruto del consenso: está elaborada con las propuestas del propio movimiento asociativo y define exactamente lo que es y lo que no es la actividad voluntaria. “Es la primera vez que el voluntariado se entiende como un ejercicio pleno de la ciudadanía”, asegura el presidente de la Plataforma quien ha alertado sobre la necesidad de abrir el movimiento asociativo a la participación ciudadana.
En su intervención el Decano de la Facultad ha destacado la importancia de las actividades de voluntariado a nivel educativo en todas sus fases, desde la educación infantil hasta la universitaria. Por ello abogó por la necesidad que estas organizaciones y asociaciones mantengan relación con la comunidad universitaria para informar sobre cómo pueden colaborar y ayudar en estas actividades de voluntariado.