A pesar de ser un asunto que despierta inter�s y morbo, hay poco conocimiento cient�fico sobre la vivencia de la sexualidad en la segunda mitad de la vida entre las mujeres. La perspectiva m�s habitual ha sido m�dica, donde se trata la sexualidad como una disfunci�n. �Nosotras preferimos centrar el deseo sexual como una experiencia no situada en los �rganos sexuales, sino en las emociones�, explica Anna Freixas, catedr�tica de Escuela Universitaria de Psicolog�a en la Universidad de C�rdoba, con la que se inici� la investigaci�n. Con el estudio cient�fico que han realizado �pretend�amos deconstruir la idea preconcebida de una sexualidad en las personas mayores en la que generalmente prima la falta de apetencia o inter�s sexual�, indica B�rbara Luque, que sucedi� en la direcci�n de la investigaci�n a Freixas.
Por medio de una muestra de 729 mujeres de entre 50 y 80 a�os que comprend�a a habitantes de zonas urbanas y rurales y con diferentes niveles de formaci�n, entre otros factores, la investigaci�n ha ahondado en aspectos como la orientaci�n sexual, la disponibilidad de pareja sexual o afectiva, las pr�cticas sexuales o el nivel de satisfacci�n con su vida sexual, entre otros datos. Adem�s de un cuestionario con preguntas cerradas y abiertas, las psic�logas de la UCO realizaron grupos focales en varias ciudades. A trav�s de esta metodolog�a, las investigadoras han pretendido dar voz en materia de sexualidad a este amplio colectivo, que representa el 16,5% de la poblaci�n total del pa�s, y estudiar sus comportamientos. �El cuestionario y los grupos focales han permitido normalizar la conversaci�n en torno a sexo�, reflexiona Freixas. Los resultados han sido publicados en la revista cient�fica Journal of Women & Aging.
En el momento en el que estas mujeres nacieron, se produjeron grandes cambios en Espa�a. Las mayores vivieron el paso de la rep�blica al franquismo, de una sociedad en la que el divorcio era posible a un r�gimen influido por la moral cat�lica. La educaci�n recibida por la generaci�n de mujeres m�s joven, ya en los 70, fue m�s flexible. Entonces, regresaron los colegios mixtos y, ya con la actual democracia, se produjeron cambios sociales como la aprobaci�n de la Ley del Divorcio de 1981 que afectaron a sus vidas sexuales y relaciones sentimentales.
La mayor�a mantiene relaciones sexuales
La mayor�a de las mujeres (69%) respondi� que dispon�a de pareja emocional y que manten�a relaciones sexuales con ella (65%). En cuanto a las pr�cticas sexuales, m�s del 50% afirmaba que practicaba sexo vaginal, besos y caricias y masturbaci�n. Las pr�cticas m�s minoritarias eran el cibersexo y el sexo anal. Por otro lado, hab�a un 9% que manifestaba que se absten�a voluntariamente a tener actividad sexual, consigo misma o con otras personas.
Las diferencias m�s significativas entre las encuestadas se observaron en el nivel de satisfacci�n expresado con respecto a sus vivencias sexuales. Si entre los 50 y 59 a�os, el 84% de las participantes dec�a estar muy o medianamente satisfechas con sus pr�cticas sexuales, se alcanzaba el 40% entre las mayores de 70. En todo caso, �las vivencias sexuales de todas estas mujeres son m�ltiples y diversas, hay tantas sexualidades como mujeres�, resume Luque. Las diferencias observadas las atribuyen las especialistas a la dificultad de tener pareja sexual, la salud propia o la de la pareja o la disposici�n sexual. �En general, observamos una satisfacci�n alta. No s�lo eso, sino que est�n deseosas de marcha�, resalta Freixas.
Los resultados obtenidos en Espa�a presentan semejanzas con otros llevados a cabo en Estados Unidos o pa�ses europeos. Al menos en materia de vivencias sexuales, las espa�olas parecen haber alcanzado los mismos est�ndares que esas otras sociedades occidentales.
Anna Freixas, B�rbara Luque y Amalia Reina. �Sexuality in Older Spanish Women: Voices and Reflections�. Journal of Women & Aging. 2015. DOI: 10.1080/08952841.2014.928566
La Transici�n Democr�tica trajo un despertar en las viviencias sexuales de las espa�olas
Un estudio de la Universidad de C�rdoba observa un salto en las experiencias sexuales de la generaci�n de mujeres nacidas en las d�cadas de los 50 y 60
Los a�os de la Transici�n se dibujan en la Historia de Espa�a como los del final de un letargo pol�tico y social. Ahora tambi�n se sabe que fue un despertar sexual para muchas mujeres. Un reciente estudio de la Universidad de C�rdoba ha analizado las vivencias sexuales actuales de las espa�olas de entre 50 y 80 a�os y ha observado una brecha entre las mayores de 70 a�os y las menores. Las de m�s edad tuvieron una educaci�n religiosa m�s f�rrea y unos h�bitos sociales m�s estrictos en materia sexual y sentimental, que sus sucesoras.
A pesar de ser un asunto que despierta inter�s y morbo, hay poco conocimiento cient�fico sobre la vivencia de la sexualidad en la segunda mitad de la vida entre las mujeres. La perspectiva m�s habitual ha sido m�dica, donde se trata la sexualidad como una disfunci�n. �Nosotras preferimos centrar el deseo sexual como una experiencia no situada en los �rganos sexuales, sino en las emociones�, explica Anna Freixas, catedr�tica de Escuela Universitaria de Psicolog�a en la Universidad de C�rdoba, con la que se inici� la investigaci�n. Con el estudio cient�fico que han realizado �pretend�amos deconstruir la idea preconcebida de una sexualidad en las personas mayores en la que generalmente prima la falta de apetencia o inter�s sexual�, indica B�rbara Luque, que sucedi� en la direcci�n de la investigaci�n a Freixas.
Por medio de una muestra de 729 mujeres de entre 50 y 80 a�os que comprend�a a habitantes de zonas urbanas y rurales y con diferentes niveles de formaci�n, entre otros factores, la investigaci�n ha ahondado en aspectos como la orientaci�n sexual, la disponibilidad de pareja sexual o afectiva, las pr�cticas sexuales o el nivel de satisfacci�n con su vida sexual, entre otros datos. Adem�s de un cuestionario con preguntas cerradas y abiertas, las psic�logas de la UCO realizaron grupos focales en varias ciudades. A trav�s de esta metodolog�a, las investigadoras han pretendido dar voz en materia de sexualidad a este amplio colectivo, que representa el 16,5% de la poblaci�n total del pa�s, y estudiar sus comportamientos. �El cuestionario y los grupos focales han permitido normalizar la conversaci�n en torno a sexo�, reflexiona Freixas. Los resultados han sido publicados en la revista cient�fica Journal of Women & Aging.
En el momento en el que estas mujeres nacieron, se produjeron grandes cambios en Espa�a. Las mayores vivieron el paso de la rep�blica al franquismo, de una sociedad en la que el divorcio era posible a un r�gimen influido por la moral cat�lica. La educaci�n recibida por la generaci�n de mujeres m�s joven, ya en los 70, fue m�s flexible. Entonces, regresaron los colegios mixtos y, ya con la actual democracia, se produjeron cambios sociales como la aprobaci�n de la Ley del Divorcio de 1981 que afectaron a sus vidas sexuales y relaciones sentimentales.
La mayor�a mantiene relaciones sexuales
La mayor�a de las mujeres (69%) respondi� que dispon�a de pareja emocional y que manten�a relaciones sexuales con ella (65%). En cuanto a las pr�cticas sexuales, m�s del 50% afirmaba que practicaba sexo vaginal, besos y caricias y masturbaci�n. Las pr�cticas m�s minoritarias eran el cibersexo y el sexo anal. Por otro lado, hab�a un 9% que manifestaba que se absten�a voluntariamente a tener actividad sexual, consigo misma o con otras personas.
Las diferencias m�s significativas entre las encuestadas se observaron en el nivel de satisfacci�n expresado con respecto a sus vivencias sexuales. Si entre los 50 y 59 a�os, el 84% de las participantes dec�a estar muy o medianamente satisfechas con sus pr�cticas sexuales, se alcanzaba el 40% entre las mayores de 70. En todo caso, �las vivencias sexuales de todas estas mujeres son m�ltiples y diversas, hay tantas sexualidades como mujeres�, resume Luque. Las diferencias observadas las atribuyen las especialistas a la dificultad de tener pareja sexual, la salud propia o la de la pareja o la disposici�n sexual. �En general, observamos una satisfacci�n alta. No s�lo eso, sino que est�n deseosas de marcha�, resalta Freixas.
Los resultados obtenidos en Espa�a presentan semejanzas con otros llevados a cabo en Estados Unidos o pa�ses europeos. Al menos en materia de vivencias sexuales, las espa�olas parecen haber alcanzado los mismos est�ndares que esas otras sociedades occidentales.
Anna Freixas, B�rbara Luque y Amalia Reina. �Sexuality in Older Spanish Women: Voices and Reflections�. Journal of Women & Aging. 2015. DOI: 10.1080/08952841.2014.928566