Miércoles, 25 de Noviembre de 2015 16:03

La gesti�n de los suelos agr�colas afecta directamente a su fertilidad

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Vidal Barr�n y Carmen del Campillo antes del inicio de la conferencia Vidal Barr�n y Carmen del Campillo antes del inicio de la conferencia GC. / D.S.

La riqueza de un suelo no depende exclusivamente de los nutrientes o el agua que pueda contener. Su profundidad o la existencia de cortes de roca que impidan a las ra�ces alcanzar los nutrientes que existen en las capas m�s bajas son elementos determinantes en la calidad de un suelo y que, sin embargo, parecen no ser parte de las preocupaciones de los agricultores, muchas veces obsesionados con fertilizar qu�micamente sus suelos por exceso.

Para la profesora de Producci�n Vegetal de la Universidad de C�rdoba Carmen del Campillo es urgente concienciar al sector agr�cola de que, aunque el coste econ�mico de los fertilizantes sea abarcable para ellos, el coste ambiental de una mala gesti�n de la fertilizaci�n es insoportable para el planeta. �No se puede fertilizar de m�s. Aunque un agricultor pueda pagarlo, el resto de la Humanidad, no�, insiste.
Tras la conferencia ofrecida por la profesora Del Campillo en el ciclo del �A�o Internacional del Suelo�, organizado por el Departamento de Edafolog�a de la Universidad de C�rdoba, la Escuela T�cnica Superior de Ingenier�a Agron�mica y de Montes y la Facultad de Ciencias, con la colaboraci�n del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, la investigadora se ha mostrado partidaria de regular el uso de fertilizantes en un sentido parecido al desarrollo normativo que afecta a la gesti�n fitosanitaria, ahora en manos de los expertos acreditados en Sanidad Vegetal.

Durante su conferencia, Carmen del Campillo ha abogado por realizar una gesti�n sostenible del suelo, empezando por an�lisis real de la fertilidad y condiciones del suelo en explotaci�n y siguiendo por la administraci�n de la cantidad adecuada de fertilizantes y un uso sostenible de los recursos h�dricos. �Las labores superficiales y repetidas, unas pr�ctica muy com�n en agricultura, afectan al suelo, no s�lo a su erosi�n, sino a su fertilidad, al eliminar parte de los nutrientes y modificar la profundidad de �stos�, aclara la profesora, que insiste en subrayar la necesidad de realizar una labor intensa de divulgaci�n entre el sector agr�cola para favorecer el cambio de mentalidad y de pr�cticas obsoletas y da�inas para el medio ambiente.