En su conferencia, Vidal Barr�n ha recordado que para llegar a Marte, �antes nos hemos aupado en los hombros de gigantes como Cop�rnico, Kepler, Galileo o Newton, que sacaron a la Tierra del centro del universo para situarla en el lugar donde le corresponde�. Aquel conocimiento astron�mico generado en el Renacimiento sent� las bases de la exploraci�n espacial actual.
El inter�s cient�fico por este planeta vecino de la Tierra ha crecido exponencialmente en los �ltimos a�os. El n�mero de publicaciones en revistas indexadas se ha disparado d�cada a d�cada. �Ha aumentado el n�mero de friquis en la comunidad cient�fica�, ha bromeado el docente de la UCO. Tambi�n se ha disparado el inter�s ciudadano por Marte. En 2015 se han producido 872 millones de b�squedas con el t�rmino �Mars� (el nombre del planeta rojo en ingl�s) en el buscador Google.
La exploraci�n marciana
Las primeras sondas enviadas a Marte, las Viking, llegaron a su destino en 1976, hace casi 40 a�os, en un contexto en el que las dos superpotencias del momento (Estados Unidos y la Uni�n Sovi�tica) estaban enzarzadas en la carrera espacial. Aquellos veh�culos buscaron sin fruto vida all� y realizaron diversos experimentos. Tras lustros de desinter�s, en 1997, la humanidad regres� a Marte con la Pathfinder. El dispositivo no s�lo aport� datos de inter�s sobre el color del suelo marciano, sino del espectro visible. �Con ello se pudieron identificar la composici�n de las rocas�, ha recordado Barr�n.
Actualmente, en Marte queda la Curiosity. Con un aparato de difracci�n de rayos X miniaturizado, toma muestras del suelo para enviarlas a la Tierra. De esta manera, se puede conocer la presencia de diferentes compuestos en el suelo marciano. La tecnolog�a que dispone para la toma de muestras, los rayos X, es un invento de hace un siglo. �Maravilla pensar que una tecnolog�a creada en la Tierra tarde s�lo un siglo en llegar a otro planeta�, ha reflexionado el experto en suelos.
Retos futuros
Uno de los retos m�s ambiciosos de los programas espaciales en enviar una misi�n tripulada a Marte en un futuro. Barr�n recuerda que hasta la d�cada de 2030 no se espera tal viaje. No obstante, los astronautas, si llegan, se encontrar�n all� un ambiente muy hostil. Temperaturas por la noche de menos 100 grados, una gravedad distinta. La terraformaci�n de Marte es una opci�n que la ciencia ha estudiado para mejorar las condiciones del planeta a una hipot�tica colonizaci�n humana. �Para ello hay que superar una serie de limitaciones derivadas del uso del suelo, de la presencia de agua y del aire marciano�, ha recordado Barr�n. La pel�cula Marte refleja esta lucha del ser humano por domar el planeta rojo.