Miércoles, 17 de Febrero de 2016 15:17

La UCO se conecta con la base ant�rtica Gabriel de Castilla

A. M.
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La vicerrectora de Investigaci�n, Maite Rold�n; el subdelegado de Defensa en C�rdoba, Nicol�s de Bari Mill�n, y el vicerrector de Coordinaci�n Institucional e Infraestructuras, Antonio Jos� Cubero, hablan con investigadores y militares de la base Gabriel de Castilla, a sus espaldas en la pantalla l La vicerrectora de Investigaci�n, Maite Rold�n; el subdelegado de Defensa en C�rdoba, Nicol�s de Bari Mill�n, y el vicerrector de Coordinaci�n Institucional e Infraestructuras, Antonio Jos� Cubero, hablan con investigadores y militares de la base Gabriel de Castilla, a sus espaldas en la pantalla l A. M.

185 estudiantes de Secundaria de C�rdoba trasladan en directo sus inquietudes a cient�ficos y militares que residen el continente meridional desde Rabanales


Cient�ficos y militares desarrollan una actividad fren�tica en la base militar Gabriel de Castilla, en la isla Decepci�n, a 100 kil�metros de la Pen�nsula Ant�rtica, a 1.000 kil�metros del primer lugar habitado y a unos 12.000 kil�metros de la Pen�nsula Ib�rica. Tienen 74 d�as de misi�n para realizar actividades cient�ficas, pero han hecho un hueco para atender una videoconferencia desde el campus de Rabanales de la Universidad de C�rdoba. Un total 185 alumnos de los institutos de educaci�n secundaria Villarrubia (Villarrubia) y Florencio Pintado (Pe�arroya-Pueblonuevo) y de los colegios Academia Lope de Vega y Salesiano Francisco de Sales, de la capital, han podido trasladarles alguna de sus inquietudes sobre la vida en el �nico continente deshabitado del planeta.


Inquietudes que se han centrado en cuestiones cient�ficas, como la forma en la que los investigadores comparten el conocimiento all� generado, o las investigaciones sobre el impacto ambiental de los seres humanos, el declive de la poblaci�n de ping�inos o la b�squeda de posibles meteoritos, o de la vida all�. Los videoconferenciantes han explicado desde la base Gabriel de Castilla que su actividad all� est� muy regulada (investigan de 9.00 horas a 21.00 horas con un receso para comer, por ejemplo), que los militares del Ej�rcito de Tierra intentan proporcionar seguridad o log�stica a las labores cient�ficas o que se realizan controles sismol�gicos de la actividad de la isla para no correr riesgos.


Las cuestiones t�cnicas tambi�n interesaron a los asistentes. La red civil proporciona a los investigadores seis megabytes de datos, pero ceden una parte a los compa�eros de la base ant�rtica espa�ola Juan Carlos I, ubicada en la isla Livingston, y 20 millas de la Gabriel de Castilla, o a investigadores argentinos con los que comparten isla. Aunque las mejoras tecnol�gicas han mejorado las comunicaciones con familiares, mandos y colegas en Espa�a (disponen, por ejemplo, de WhatsApp), a�n suceden complicaciones en alguna ocasi�n.

Actividad cient�fica
En la actualidad, quince investigadores conviven en la base Gabriel de Castilla con una dotaci�n de entre quince a veinte militares, ya que la estaci�n depende del Ej�rcito de Tierra. Se estudian en esta campa�a ant�rtica la actividad s�smica de la isla Decepci�n y el estrecho de Bransfield, los procesos ecol�gicos y biogeoqu�micos asociados a descomposici�n de algas, la posibilidad de que zonas volc�nicas en zonas polares fueran refugios para la vida en periodos glaciares o el establecimiento de especies invasoras en el continente meridional.


Adem�s de dos militares, atendieron a los alumnos dos investigadores de las universidades de Ja�n y Vigo, Alfonso Ontiveros y Mariano Lastra, respectivamente. En el acto estuvieron presentes los vicerrectores de Investigaci�n, Teresa Rold�n, y de Coordinaci�n Institucional e Infraestructuras, Antonio Jos� Cubero; el subdelegado de Defensa en C�rdoba, Nicol�s de Bari Mill�n, y el teniente coronel Francisco Cruz.


Rold�n ha recordado que este tipo de actos permite que la ciudadan�a �sepa que la investigaci�n requiere inversi�n econ�mica y de personal�. La vicerrectora ha indicado que �en la medida que los ciudadanos conozcan estos esfuerzos, todos estaremos m�s comprometidos con la investigaci�n y el desarrollo, que es el futuro del pa�s�. Nicol�s de Bari Mill�n ha resumido que la misi�n de los militares del Ej�rcito de Tierra en la Ant�rtida es �proporcionar seguridad, transporte, log�stica, asistencia sanitaria y ense�ar t�cnicas de supervivencia y h�bitos de vida� a los investigadores que acuden a la base.