La intervenci�n se denomina ConRed y se ha llevado a cabo, de manera experimental, en aulas de dos institutos p�blicos y un centro concertado de C�rdoba. Formaron parte 875 individuos de entre 11 y 19 a�os, estudiantes de entre primero de Educaci�n Secundaria Obligatoria y segundo de Bachillerato. Durante tres meses y a trav�s de ocho sesiones, investigadores del Departamento de Psicolog�a de las Universidades de C�rdoba y Sevilla dirigidos por la catedr�tica de la UCO Rosario Ortega Ruiz mostraron las caracter�sticas del ciberacoso, un fen�meno que se desarrolla en nuevos medios sociales de internet, qu� da�o causa y c�mo evitarlo. Adem�s, se programaron dos charlas para los padres y una para el profesorado.
�El ciberacoso es una manifestaci�n m�s del acoso escolar, aunque tiene una serie de caracter�sticas propias�, explica Jos� Antonio Casas, miembro del equipo. Aqu�, el agresor se sirve de medios sociales en internet para causar un da�o a su v�ctima. Actualmente, los adolescentes emplean con asiduidad algunas redes sociales como WhatsApp (la mayoritaria), Snapchat o Instagram. �Les reporta beneficios como la comunicaci�n instant�nea o como fuente de informaci�n de sus gustos, pero tambi�n puede conllevar riesgos�, expresa Casas. Uno de esos riesgos es el ciberacoso. Se ha observado que a partir de los 11 o 12 a�os mengua el acoso f�sico, como los golpes o las peleas, pero se incrementa el ciberacoso (o cyberbullying, en ingl�s). Es precisamente la edad en el que se produce la incorporaci�n de estos estudiantes a los medios sociales.
Poner el foco en las conductas lesivas
A trav�s del programa ConRed, los investigadores trataron de comprender el comportamiento de los estudiantes de Secundaria y Bachillerato y de hacerles ver que algunas actitudes son lesivas para sus compa�eros. Por ejemplo: difundir un rumor o una foto humillante en medios sociales, o echar a alguien de un grupo de conversaci�n, o quitarle el m�vil y enviar mensajes sin su consentimiento. �Se puso el foco en hacer entender que estas conductas causan un perjuicio para fomentar as� la empat�a del acosador con la v�ctima�, ahonda Casas.
Despu�s de un trimestre de actuaciones, un porcentaje significativo de agresores masculinos, en torno al quince por ciento, desisti� de este comportamiento al darse cuenta que produc�a un da�o. La intervenci�n tuvo menos efecto entre las chicas, entre las que no se hallaron cambios significativos. Los investigadores consideran que en este caso se necesita un mayor trabajo a largo plazo para consolidar estos cambios. Los resultados han sido publicados recientemente en Aggressive Behavior, la revista internacional m�s importante en psicolog�a de la agresividad.
�Otros trabajos del mismo equipo han puesto en evidencia que los programas de intervenci�n son efectivos cuando se articulan las acciones preventivas y paliativas de todos los implicados, desde los propios escolares y sus docentes y tambi�n sus familias�, afirma Rosario Ortega.
Un 12% es v�ctima o acosador
Seg�n los datos ofrecidos por el Departamento de Psicolog�a de la UCO (equipo de investigaci�n Laecovi, en el que se realizan estas investigaciones) un 12,7% de los estudiantes de Secundaria y Bachillerato tiene actualmente alg�n papel en el ciberacoso. El 4,7% corresponde a agresores, mientras que el 5,1% es v�ctima de estas actitudes. El 2,9% tiene un doble papel, asume en alg�n momento el de ciberacosador o el de perjudicado.
Espa�a est� por debajo de la media europea en cuanto a incidencia del ciberacoso. En Alemania, el porcentaje de agresores, v�ctimas y personas con doble perfil supone el 14%; en Polonia el 17%; en Italia el 18 y en Grecia el 25%.
Del Rey R, Casas JA, Ortega R.�Impact of the ConRed program on different cyberbulling roles�. Aggress Behav. 2016 Mar;42(2):123-35. doi: 10.1002/ab.21608. Epub 2015 Sep 9.