�Las tormentas magn�ticas son una perturbaci�n del campo geomagn�tico de la Tierra�, define Herraiz, que ha impartido una conferencia a estudiantes de Ingenier�a Agron�mica, F�sica y otras disciplinas de ciencias en la UCO. �El Sol puede emitir en ciertos momentos m�s radiaci�n y part�culas que llegan al planeta a trav�s del viento solar. Cuando altera la magnetosfera, se producen estos fen�menos�. En la zona exterior de la Tierra hay un escudo protector que desv�a este viento solar, aunque a veces es tan fuerte que las part�culas de alta energ�a que contiene lo modifican y penetran en �l.
El origen de las tormentas geomagn�ticas est� asociado a la actividad de la corona solar. �Tres fen�menos diferentes, como son las erupciones solares, los agujeros coronales o eyecciones de masa coronal, producen esta acumulaci�n de radiaci�n y part�culas en el viento solar�, explica el experto. No obstante, esta actividad no tiene por qu� derivar en una tormenta geomagn�tica en la Tierra. �El viento solar es continuo y lo soporta con firmeza la magnetosfera, adem�s es el encargado del espect�culo de las auroras boreales�, resume Herraiz.
El pasado 13 de octubre de 2016, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emiti� una orden ejecutiva para que su pa�s se preparara en los siguientes 120 d�as para un fen�meno meteorol�gico extremo. Se trata de una advertencia para estar listo para una pr�xima tormenta geomagn�tica. En Espa�a, explica Miguel Herraiz, funciona desde hace una d�cada un sistema de alerta denominado SENMES (Servicio Espa�ol de Meteorolog�a Espacial), impulsado por las universidades Complutense y de Alcal� de Henares. �Las administraciones se toman muy en serio las notificaciones que desarrollamos�, indica Herraiz, miembro del sistema.
Herraiz explica que aproximadamente cada veinte o treinta a�os se puede producir una tormenta geomagn�tica que pueda alterar los sistemas el�ctricos y de comunicaciones. En 1967 y 1989 se produjeron dos llamativas. No obstante, no toda la actividad del Sol va dirigida a la Tierra. La �ltima eyecci�n importante de la estrella fue el 23 de julio de 2012, pero no fue en direcci�n al planeta azul. �Hubiera sido catastr�fica�, indica el especialista.
Las tormentas geomagn�ticas fueron descubiertas por un astr�nomo brit�nico aficionado, Richard Christopher Carrington, en 1859. Observ� con su telescopio un fogonazo de luz blanca en el sol y tuvo acceso a datos de magnetismo en el planeta del Observatorio de Greenwich. Asoci� las dos ideas y concluy� que la actividad solar ten�a repercusi�n en el electromagnetismo terrestre. Aquel fue el a�o en el que se observaron auroras boreales en las subtropicales islas Canarias.