Los trabajos se originaron a partir de un curso sobre arqueología organizado por el equipo científico en verano, ha explicado el responsable académico Antonio Monterroso. “Se han podido aunar los conocimientos propios de la Facultad de Filosofía y Letras con los de la Escuela Politécnica de Belmez”, ha incidido. Después de la parte experimental, los alumnos han redactado sus trabajos, que han sido reunidos en el encuentro.
El responsable académico Massimo Gasparini ha incidido en el acto que el aprendizaje ha permitido desde la toma de datos por fotogrametría hasta la divulgación del patrimonio arqueológico valorado por medio de técnicas de recreación en tres dimensiones.
Un ejemplo de los trabajos expuestos es el estudio del territorio en torno a Singilia Barba, asentamiento romano localizado a cuatro kilómetros al noroeste de Antequera (Málaga). La investigadora Escardiel García ha analizado este enclave. A partir de ortofotografías históricas del Instituto Geográfico Nacional y de Google Earth ha podido identificar las vías que conectaban la población con el acueducto que la surtía de agua a su oeste y con Córdoba.
Otros trabajos se han centrado en la caracterización de un oppidum (lugar elevado natural reforzado por estructuras para la defensa de un territorio) ibérico en Baena, en la teledetección de yacimientos en Los Pedroches, en el puente romano del arroyo de la Fontanilla en Espejo, en las construcciones hidráulicas en torno a la fuente del Elefante (Trassierra), en el estudio de la vía que pasa por la actual cañada real soriana y en el puente del arroyo Linares.
En materia de visualización de estos testigos del pasado, se ha podido conocer trabajos sobre el templo de la calle Claudio Marcelo de Córdoba. En metodologías combinadas, se han presentado trabajos sobre los grafitos del cerro del castillo de Belmez, sobre el comercio en la Bética, sobre el castillo de San Romualdo y sobre la búsqueda de la verdad arqueológica.