En ese sentido, ha señalado que la defensa de los intereses de España “ya no están solo en los conflictos tradicionales como Gibraltar, el Sáhara o Ceuta y Melilla, sino en los retos del mundo global”, en relación al terrorismo internacional, el cambio climático o la inestabilidad financiera. Recordó que el siglo XXI ha nacido marcado por dos colapsos: el de la seguridad mundial, tras el 11-S, y el financiero provocado por el crack de Lehman Brothers.
Ahora tenemos nuevos retos e incertidumbres, afirmó, después de la victoria de Donald Trump en las elecciones de EE.UU. En su opinión, el presidente electo no romperá los acuerdos nucleares con Irán, tal como se especula en algunos círculos políticos, lo que volvería a trastocar más si cabe la incendiaria situación de Oriente Medio. “Sí será exigente en el cumplimiento del pacto” impulsado por el presidente saliente, Barak Obama.
También se ha mostrado escéptico con la eventualidad de que Trump se desmarque de los compromisos contraídos por EE.UU en los acuerdos de París sobre el cambio climático. Pese a sus claros pronunciamientos en campaña al respecto, Moratinos cree que el nuevo presidente americano se limitará a “retrasar sus compromisos de transición energética y la contribución al fondo verde”, para el cual Washington debe destinar una cantidad importante de dinero.
Con respecto al desafío mundial frente al cambio climático, el ex ministro fue tajante: “Soy enemigo declarado del mito del crecimiento. Hay que defender el desarrollo sostenible”. A su juicio, “el modelo ya no puede crecer más” y “extraer más recursos del planeta no garantiza que se distribuyan mejor”. Su principal preocupación, no obstante, es la amenaza explícita de Trump de eliminar los mecanismos de control financiero impuestos en Wall Street tras la debacle de 2007.