"Los componentes del pluviógrafo han sido diseñados para reducir errores causados por factores meteorológicos, principalmente el viento, o errores causados por otros factores operativos", según explica Antonio Sánchez, CEO y fundador de la empresa.
La patente, que pertenece a la Universidad de Málaga, aunque consta como inventor el propio Sánchez, está siendo transformada en producto a través de la propia firma Butterfly. Desde esta empresa se ha conseguido convertir esta patente en un aparato de fácil fabricación, sencillo y mucho más económico que las otras propuestas existentes en el mercado.
El uso de este sistema de medición sería muy útil en agriculturas y en entidades oficiales destinadas a la gestión del agua, como puede ser la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, según indica el fundador de la empresa.
Desde sus instalaciones en Rabanales 21, la empresa, además, está llevando a cabo actividades de desarrollo e I+D+i de empresas locales, nacionales e internacionales con el objeto de incrementar el valor añadido de sus productos y servicios y elevar el nivel tecnológico de los mismos.
Además, desde Butterfly fomentan sus propias tecnologías mediante la puesta en marcha de patentes propias y desarrollo de nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, promueven la formación en nuevas tecnologías entre las empresas del sector y los alumnos universitarios, según explica Antonio Sánchez.
Esta empresa se caracteriza no sólo por poner a disposición de sus clientes y del mercado proyectos de desarrollo y consultoría, sino también iniciar a jóvenes ingenieros altamente cualificados en los ámbitos de la ingeniería de diseño, formándolos con las herramientas específicas más recientes y con habilidades de liderazgo y comunicación
"Butterfly Engineers tiene como principal diferencia el enfoque práctico y didáctico de su método de trabajo, con el propósito de integrar y facilitar el acceso de los jóvenes ingenieros al mercado laboral", añade Sánchez.