La exposición recoge más de 300 piezas. Una colección de documentos, planos originales de algunas de sus obras más representativas, fotografías, maquetas y mobiliario que permiten conocer la trayectoria vital y profesional de ambos arquitectos.
Este proyecto se basa en una profunda investigación llevada a cabo en todos los lugares en los que Arniches y Domínguez desarrollaron su trabajo, desde España a Cuba y Estados Unidos, rescatando fuentes que, especialmente en el caso de Cuba, permanecían prácticamente inéditas desde que Domínguez tuvo que abandonar la isla en 1960.
Obras en Córdoba
Entre las obras que realizaron a lo largo de su carrera profesional destacan tres proyectos que ejecutaron en Córdoba. La desaparecida Casa Murrieta, conocida como “La Alamiriya” (1925) y el Hotel Municipal de Córdoba (1929) permitieron a Arniches y Domínguez trabajar desde postulados muy cercanos a la arquitectura popular.
El poblado de colonización de Algallarín, realizado por Arniches en el término municipal de Adamuz (Córdoba) es una de sus obras más genuinas. La colonización se efectuó en su mayoría con habitantes de la zona, pero también había colonos que llegaron desde Pedro Abad (Córdoba), Guadalcázar (Córdoba) y Córdoba capital. Estos últimos eran agricultores cuyas tierras fueron expropiadas para construir la nueva Universidad Laboral.
En esta intervención, con escasísimos recursos económicos, Arniches vuelve a poner de manifiesto el gran arquitecto que siempre había sido, tanto en las modestísimas viviendas de los colonos como en las edificaciones más representativas que definían los espacios públicos del poblado. Especialmente relevante es la iglesia de Algallarín, con varios elementos que la convierten en un muy destacado ejemplo de renovación arquitectónica
Arquitectos de una época
Arniches y Domínguez trabajaron juntos entre 1924 y 1936, doce años de una producción que se caracterizó por su capacidad de establecer diálogos entre la arquitectura y los discursos de la modernidad.
La obra de estos arquitectos se enmarca en el contexto de la época, caracterizado por la transformación social, cultural, educativa y económica. Ambos se habían formado en la Escuela de Arquitectura de Madrid y este último también en la Residencia de Estudiantes, institución en la que en pocos años coincidieron con toda una generación brillante de artistas, científicos e intelectuales, como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Severo Ochoa o Luis Buñuel.
Influidos por las ideas de la Institución Libre de Enseñanza y de la mencionada Residencia, sus proyectos en los ámbitos de la educación, el turismo o el ocio fueron el reflejo de su compromiso con las nuevas corrientes de pensamiento europeo. En estos años realizaron algunos proyectos brillantes como el Instituto-Escuela (1931), el auditorio de la Residencia de Estudiantes (1933), los Albergues de Carretera (1928-1935) y especialmente el Hipódromo de la Zarzuela (1935). Proyectado junto a Eduardo Torroja, constituye el único monumento nacional dedicado al deporte; Premio Nacional de Arquitectura y cuya marquesina fue declarada Bien de Interés Cultural.
El exilio
Tras la Guerra Civil, sus carreras se separaron por el exilio que ambos vivieron. En el caso de Arniches este tuvo un carácter interior mientras Domínguez emprendió un viaje que le llevó a Cuba, donde desarrolló una destacada carrera en el ámbito de la vivienda. En 1960 se exilió nuevamente en Estados Unidos, allí pasó sus últimos diez años como docente en la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York).
Para explicar la trayectoria de ambos artistas, la exposición se divide en tres partes:
La planta baja está dedicada a recuperar los momentos más destacados de las vidas de Arniches y Domínguez: sus inicios en la Escuela de Arquitectura de Madrid, su paso y estrecha relación con la Residencia de Estudiantes, el contacto con los grandes artistas e intelectuales de la época y su posterior separación y exilio.
En la sala de columnas pueden verse algunas de las obras más representativas que realizaron a lo largo de su carrera, tanto de forma conjunta en España desde 1924 hasta 1936, como posteriormente, una vez separados por la Guerra, de manera individual en España, Cuba y Estados Unidos.
Finalmente en la primera planta se pueden ver dos intervenciones, una del cubano José Ángel Toirac (sobre Martín Domínguez) y otra de Rogelio López Cuenca y Elo Vega (Carlos Arniches), que muestran una visión particular de estos dos arquitectos desde el punto de vista del arte.
El catálogo
Con motivo de la exposición la Fundación ICO ha editado, en colaboración con Akal, un volumen llamado a convertirse en la referencia definitiva sobre los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez. Con 296 páginas y más de 440 ilustraciones, recorre y analiza exhaustivamente toda la obra de Arniches y Domínguez, antes y después de la Guerra Civil, en los artículos escritos por Martín Domínguez Ruz, Pablo Rabasco, Salvador Guerrero, Mª José Rodríguez Pérez y Antonio Ceresuela Puche, Francisco Gómez Díaz, Laura Martínez de Guereñu y José Ramón Menéndez de Luarca Navia Osorio.
Sobre los comisarios: Pablo Rabasco y Martín Domínguez Ruz
La exposición está comisariada por Pablo Rabasco y Martín Domínguez Ruz.
Pablo Rabasco es director de Cultura en la Universidad de Córdoba. Ha sido Director de Proyectos de Investigación del Plan Nacional 2010 y 2014, del Ministerio de Ciencia y Competitividad, sobre la influencia de las prácticas auto gestionadas en la ciudad, el espacio público y la arquitectura y sobre hábitat y arquitectura en las colonias españolas en África.
En marzo de 2015 comisarió la exposición y edición de un monográfico en Architecture AAP en CornellUniversity sobre el arquitecto Martín Domínguez, proyecto realizado en colaboración con Martín Domínguez Ruz.
Martín Domínguez Ruz es arquitecto colegiado desde 1985. Ha impartido clases como profesor asociado y profesor invitado en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, en la Universidad Politécnica de Lausana y en la Universidad Politécnica Federal de Zurich. Ha colaborado en las revistas Quaderns editada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Barcelona y en Werk-Archithese de Zúrich.
El Museo ICO
El Museo ICO se inauguró el 28 de marzo de 1996, destinándose en un primer momento a la exhibición de las colecciones de arte del Instituto de Crédito Oficial que gestiona la Fundación ICO.
Desde 2012, la Fundación ICO ha diseñado una nueva estrategia expositiva para el Museo ICO centrada en el ámbito de la arquitectura y del urbanismo en torno a tres ejes temáticos:
• El papel de la arquitectura frente a los grandes problemas y retos de la sociedad actual.
• La arquitectura y el urbanismo desde la óptica de la fotografía.
• Las grandes figuras, escuelas o corrientes de la arquitectura contemporánea.
Cabe destacar que el Museo ICO es el único en España dedicado a la arquitectura, disciplina sobre la que versan las tres exposiciones que realiza cada año. Así, a lo largo de 2017 han pasado por sus salas “Cámara y modelo: fotografía de modelos de arquitectura”; “Gabriele Basilico: entropía y espacio urbano” y esta nueva muestra.
Con una de ellas, la Fundación ICO organiza toda una serie de actividades educativas con el objetivo de acercar lo más posible el arte y la arquitectura al visitante. Hay visitas guiadas, talleres infantiles, conferencias... El Museo ICO es un espacio accesible, abierto e inclusivo para todas las personas. A través de la innovación, nuestras actividades educativas se adaptan a las necesidades especiales del público.
Actualmente, estas se han convertido en un vehículo excepcional para la difusión del arte español del pasado siglo. Así lo demuestra la activa política de préstamos que se lleva a cabo en colaboración con numerosas instituciones, tanto nacionales como internacionales.
Están divididas en tres conjuntos: Pintura Española Contemporánea, Escultura Española Moderna con Dibujo y la Suite Vollard de Pablo Picasso.