La escritora Laura Freixas, una de las m�s activas feministas espa�olas, analiz� la estructura ideol�gica sobre la que se asientan los paradigmas del machismo. Para ello, se sirvi� de algunas im�genes populares que han reproducido de forma subliminal la jerarqu�a tradicional dominante. Por ejemplo, los Pitufos. �Hay muchos Pitufos varones de todo tipo de caracter�sticas distintas�, explic� Freixas. �Pero solo una Pitufa�, advirti�. �Los hombres son individuos; la mujer es g�nero. Su �nica funci�n es la de ser mujer�, reflexion�.
La escritora indic� que en todas las expresiones culturales el hombre monopoliza el papel �protagonista� y �se define por s� mismo y por su relaci�n con otros hombres�. En cambio, agreg�, �las mujeres se definen por su relaci�n con los hombres. Siempre son sat�lites de otros hombres�. Para ilustrarlo, lo ejemplific� en las tramas narrativas de la mayor parte de las pel�culas.
�El var�n es el sujeto creador, mientras que la mujer es la materia prima de la creaci�n�, argument� Freixas. Las mujeres se convierten en objetos susceptibles de comprarse y alquilarse, abund� la escritora barcelonesa, especialmente en el terreno de la publicidad. ��Qu� se valora tanto del hombre?�, se interpel�. �El poder. El hombre poderoso siempre es bueno y la mujer poderosa siempre es mala� en los estereotipos culturales dominantes.
La fil�sofa Ana de Miguel asegur� que las mujeres tienen ya �un rumbo claro hacia d�nde ir�, pero les falta el �poder para hacerlo�. En su opini�n, hoy d�a el discurso sexista ya ha deca�do de los referentes mayoritarios. �Lo dif�cil es salir del androcentrismo�, objet�. De Miguel repas� el pensamiento de algunos de los fil�sofos m�s determinantes de la historia. Y todos ellos han desarrollado un discurso impregnado de un evidente machismo. Por ejemplo, Nietzsche, quien escribi� en su obra m�s conocida, �As� habl� Zaratrusta�, lo siguiente: �Si vas con mujeres no olvides el l�tigo�.
��C�mo le explico yo esto a mi alumnado?�, se pregunt�. Alegatos igualmente mis�ginos fueron empleados por Rousseau, quien asegur� que el �fin de las mujeres es hacer que las vidas de los hombres sean f�ciles�. Tampoco Plat�n se libr� del machismo m�s obsoleto. �Doy las gracias a los dioses por tres cosas. La primera, no haber sido una mujer�, proclam� el fil�sofo griego. ��C�mo podemos tragar esto?�, protest� Ana de Miguel.
Finalmente cit� a Simone de Beauvoir cuando se preguntaba c�mo era posible que la �humanidad d� m�s valor al sexo que mata que al sexo que da vida�. A las mujeres las iguala, sostiene Ana de Miguel, la capacidad de reproducci�n y la experiencia com�n de opresi�n. �Y ya no queremos ser las cuidadoras de la especie. Hasta aqu� hemos llegado. Hemos tomado conciencia de que no hemos formado parte de la humanidad�, declar� en el sal�n de actos del Rectorado de la UCO.
Adela Cortina, Premio Jovellanos 2007, admiti� un gran avance en t�rminos de igualdad en los �ltimas d�cadas con la ocupaci�n paulatina de puestos de responsabilidad. �Hemos seguido la l�nea de un masculinismo equivocado. Y ahora quienes han estado explotados tienen la oportunidad de aportar. Las mujeres tambi�n�, manifest�. Cortina record� la divisi�n de valores que han construido los paradigmas dominantes. �La autonom�a, la libertad, el derecho o la fuerza se les han asignado al hombre, mientras que la responsabilidad, la compasi�n y el cuidado, a las mujeres para que se queden relegadas en la vida privada. Est� bien que ellas tengan buen coraz�n y cuiden de los desprotegidos, pero con este juego hay que acabar�.
En este sentido, subray� que hay �dos voces morales�. La voz de la justicia y la de la compasi�n. �Y las dos son fundamentales. De ninguna se puede prescindir. A la mujer se le ha educado en la segunda voz�, afirm�, antes de concluir: �El siglo XXI debe ser el de las mujeres y el de la reducci�n de las desigualdades�.