En su introducción el Dr. Peña expuso los elementos constitutivos de la definición de la identidad de los humanos desde la biología y la medicina, una epistemología abierta a nuevas hipótesis explicativas, ajena al fundamentalismo cientifista. La suya parte de la premisa “de cómo cada persona es singular debido a sus características psíquicas y biológicas irrepetibles y se encuentra en posesión de dos sub-identidades superpuestas. Una psicosocial creada y defendida por el sistema nervioso central (SNC) y otra inmunobiológica creada por las moléculas de cada cuerpo humano y defendida por el sistema inmune (SI)”. De acuerdo con esta dualidad esencial “tanto el SNC como el SI, reconocen lo propio ‘el yo’ y regulan las relaciones con la sociedad, el SCN, o se defiende de microbios patógenos y tumores, el SI”. A continuación, y con el apoyo de una herramienta de elaboración propia de gran valor didáctico, desarrolló las características de esa singularidad, que no individualismo. Y resaltó su importancia “a nivel personal pero igualmente como responsable de la biodiversidad de la especie humana, gracias a lo cual, hemos podido evolucionar como sociedad y especie hasta nuestros días”.
Finalmente el profesor Peña se adentró en un futuro pensable por el avance tecnológico del presente “que podría dar lugar a la aparición de una tercera sub-identidad basada en la tecnología”. Como proyección temporal tal predicción se acompaña de una inquietante ambigüedad para el devenir humano porque, a su juicio, “la moderna ingeniería genética e inteligencia artificial que sin duda son de una enorme utilidad en medicina, conllevan implícitamente una amenaza”. En su comentario final cita el aviso de Stephen Hawking antes de morir: “si se descontrolase el uso de estas técnicas podría dar lugar a personas sobreprotegidas que pondrían poner en peligro a la misma humanidad, si el homo sapiens no lo evita inteligentemente y de forma solidaria.
El acto estuvo presidido por el profesor Joaquín Mellado, en representación de la Real Academia de Córdoba, institución de la que es miembro el Dr. Peña. Por su parte, María Dolores Muñoz Dueñas, directora académica del Curso, se refirió a él como un destacado representante de la admirable estirpe europea y española del médico de vocación humanista. El que fuera rector de las Universidad de Córdoba entre 1981 y 1986, ha librado importantes “batallas por la defensa de la vida” como universitario, académico y ciudadano, contribuyendo de modo notable al desarrollo internacional de la Inmunología con su investigación, docencia, formación de cuadros universitarios y aplicación clínica y hospitalaria. Por todo ello ha recibido múltiples reconocimientos desde que en 1978 recibiera el de Extremeño del Año (el de la Constitución) al de Cordobés del Año en 2013.