En una primera parte se abordan los antecedentes de la plaza hasta la dominación musulmana para luego discurrir por la época cristiana, el siglo XVI, la antigua Corredera del siglo XVII , llegar a la nueva plaza del siglo XIX y con éste a la consolidación de un espacio comercial y artesanal. Las aportaciones de la revolución industrial y la degradación urbana de la segunda mitad del siglo XX cierran esta primera parte que finaliza con el Plan Especial de protección de la plaza.
La segunda incide en la representación simbólica e imagen urbana de la Corredera a lo largo de su historia. Su transformación en plaza monumental y lugar de celebración de grandes actos públicos, el debilitamiento de su representatividad en el siglo XVIII y su compleja interpretación en el XIX. Un análisis de las visiones de Ricardo Montis y Pio Baroja y su restauración y significado en el tiempo actual cierran la obra.