Viernes, 23 de Marzo de 2012 11:42

Expertos internacionales en tuberculosis actualizan en Córdoba novedades en la detección y tratamiento de la enfermedad

Hospital Reina Sofía
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El profesor Manuel Casal, coordinador del encuentro El profesor Manuel Casal, coordinador del encuentro G.C. / E.L.

Alrededor de un centenar de especialistas en el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis se reúnen desde hoy y hasta el próximo sábado en Córdoba para realizar una actualización de las últimas novedades relacionada con el abordaje de los pacientes con esta enfermedad, en la XVI Reunión del Grupo Español de Micobacteriología.


Los microbiólogos que acuden a este encuentro proceden de hospitales nacionales, así como también de centros europeos (Portugal y Alemania) y americanos (Estados Unidos, Colombia y México). La cita, que por primera vez se celebra en Córdoba, está organizada por el jefe de servicio de Microbiología del Hospital Universitario Reina Sofía y presidente de este grupo español, Manuel Casal Román.

Esta actividad, que tiene lugar en el actual Rectorado de la Universidad de Córdoba, coincide con la celebración el 24 de marzo del Día Mundial de la Tuberculosis, que persigue generar más concienciación respecto a la epidemia mundial que supone esta patología, que afecta a un tercio de la población del planeta.

La tuberculosis es una enfermedad prevenible y curable que se contagia a través de la tos. Cuando se detecta rápido y se aplica el tratamiento correcto, los pacientes dejan de contagiar y se curan. Uno de los principales problemas tiene que ver con la resistencia a los fármacos y su asociación a la infección por VIH.

Técnicas genéticas

Entre los aspectos que serán objeto de debate destacan las nuevas técnicas genéticas de microbiología molecular para realizar diagnósticos rápidos y eficaces de las principales patologías infecciosas, entre las que ocupa un papel relevante la tuberculosis. También se tratará la detección de otras enfermedades, como es el caso de la lepra, dentro del campo de la micobacteriología.

Esta tecnología puntera, que desde hace unos años se emplea en el Labora-torio de Microbiología del Hospital Reina Sofía, permite identificar entre 24 y 48 horas qué bacteria es la causante de la tuberculosis en cada paciente y cuáles son los fármacos más idóneos según su sensibilidad. En opinión del doctor Casal, “esto supone un gran avance, ya que posibilita tratar rápidamente al paciente y no tener que esperar semanas o meses”.

El abanico de fármacos para su tratamiento es muy reducido, pues incluye únicamente seis o siete medicamentos diferentes. De ahí la importancia de diag-nosticarla de forma precoz para poder iniciar su correcto tratamiento.

El Laboratorio de Micobacterias del servicio de Microbiología del Reina Sofía es centro de referencia andaluz para la detección y tratamiento de la tuberculosis de forma precoz y eficaz. Este complejo sanitario también es pionero en la incor-poración de mejoras para la detección de resistencia a fármacos de primera y segunda línea, es decir, la medicación de primera elección y en segundo orden de prioridad que se administra a las personas afectadas.

Incidencia en la población

Se calcula que la incidencia de la tuberculosis en Andalucía es de 12 casos por cada 100.000 habitantes y se estima que anualmente se detectan en España 7.820 nuevos casos de esta enfermedad. En cuanto a casos registrados en este país, el 45% corresponde a inmigrantes, entre el 5 y el 10% a enfermos de VIH y menos de la mitad a nativos.

En la actualidad, España es uno de los países europeos con mayor incidencia (de 17 a 25 casos por cada 100.000 habitantes) junto a Portugal, a gran distancia de otros como Alemania, Francia, Holanda o Reino Unido. En todo el mundo, la tuberculosis provoca 1,8 millones de muertes al año y cada persona infectada puede contagiar a entre 10 y 15 personas.

La tuberculosis llegó a convertirse en el siglo XIX, en Europa y América, en una de las mayores epidemias y hoy, aunque la situación ha mejorado considera-blemente, sigue siendo una amenaza para la salud y el bienestar de muchas personas. En estos momentos, el problema se extiende por países de todo el mundo, tanto ricos como pobres, aunque estos últimos se ven particularmente afectados por la malnutrición, la escasez de saneamiento y el hacinamiento que favorecen la propagación de la enfermedad.

Los principales síntomas de la enfermedad son estado febril y expectoración a veces acompañada de sangre durante una semana o más. El tratamiento se suelen prolongar durante seis meses, mientras que si se hace resistente puede superar los nueve meses.