El concierto de hoy deleitará a los asistentes con una primera parte centrada en la ópera y una segunda parte en la que podremos escuchar una de las más bellas sinfonías de Schumann.
Las tres oberturas de ópera son tan sumamente populares y conocidas que se puede pensar que se trata de obras independientes; de hecho, así podrían considerarse pues las tres se han convertido en piezas frecuentes de los repertorios orquestales. Con ellas recorreremos el período de tiempo que va desde finales del XVIII, de la mano del magistral Mozart, hasta las primeras décadas del Siglo XIX y esos primeros compases musicales tan típicos del Romanticismo, como la obertura de Mendelssohn, que nos traslada a las conocidas islas Hébridas de la costa escocesa; o la de Weber, modelo de otras gran compositor alemán como Wagner, que con su Cazador furtivo nos llevará a los bosques del norte de Alemania y a sus leyendas populares.
En la segunda parte, con la partitura de Schumann, conviene dejarse llevar por la evocación del mundo folclórico del Rhin, que sirvió de inspiración a Schumann para la composición musical de esta sinfonía -en cinco movimientos- quizás la más brillante y optimista de las obras sinfónica de este compositor