El yacimiento arqueológico de Fuente Álamo (Puente Genil) protagonizó la sesión de los Diálogos con la Cultura celebrada el  pasado viernes. Los participantes en la mesa de diálogo fueron Francisco Carrillo, concejal de desarrollo, patrimonio y turismo del Ayuntamiento de Puente Genil, Manuel Delgado Torres, director del yacimiento arqueológico "Villa romana de Fuente Álamo" así como el profesor de la UCO José Antonio Garriguet, miembro del área de arqueología y del grupo de investigación Sísifo, que actuó como moderador y presentador de la jornada.

Francisco Carrillo destacó el papel que el Ayuntamiento de Puente Genil "viene jugando desde hace tiempo, y con el consenso de todos los grupos políticos, en la recuperación, investigación y gestión de Fuente Álamo". La decidida apuesta municipal por el yacimiento se ha materializado en una notable inversión económica principalmente desde el año 2000, con fondos procedentes de distintos planes y proyectos locales, regionales y nacionales. Ello ha permitido, entre otras actuaciones, la ampliación del área protegida, la cubrición y la accesibilidad de buena parte de los restos o la construcción de un centro de interpretación que estará en breve en pleno funcionamiento.

Manuel Delgado en su intervención recalcó "la importancia y la singularidad del yacimiento en el marco no sólo de Andalucía o España, sino también en el conjunto del antiguo Imperio romano". Después de realizar un breve recorrido historiográfico sobre las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo hasta la fecha, Delgado explicó los diferentes sectores, periodos y usos documentados en aquél gracias a los trabajos de campo más recientes, aún en curso.

De este modo, hoy día se sabe que Fuente Álamo funcionó al parecer durante los primeros siglos de nuestra era como balneario de carácter público, si bien a partir del siglo IV d.C. se transformó en una gran villa, un asentamiento rural asociado a la explotación agropecuaria del entorno pero en absoluto carente del lujo y las comodidades de un hábitat urbano, como se observa en algunas estancias y a través de sus mosaicos. Durante la antigüedad tardía, perdido el esplendor de antaño, Fuente Álamo fue ocupado de manera precaria por distintas unidades familiares.