Información sobre el texto
Preliminares:
* p. iii. “Prólogo”
* p. x. “Noticia de los poetas castellanos que componen el Parnaso español. Tomo IV”
Transcripción realizada sobre el ejemplar Universidad Complutense: M-UC-NOV, BH FLL 29585
(texto completo)Transcriptor: Tania Padilla Aguilera
Revisor: Pedro Ruiz Pérez
Encoding: Elena Cano Turrión
Edición preparada para el Proyecto I+D “SUJETO E INSTITUCIÓN LITERARIA EN LA EDAD MODERNA” (SILEM) FFI2014-54367-C2-1 y 2-R
http://www.proyectosilem.es
El
licenciado
Pedro Soto de Rojas,
presbítero
y canónigo de la colegiata de san Salvador de
Granada,
nació en dicha ciudad y, según se puede inferir, a fines del siglo XV o principios del XVI [sic].
Estudió
y se graduó en ella y, dedicado al Derecho,
ejerció
esta facultad algunos años de abogado en aquella
chancillería,
hasta que ordenándose sacerdote, obtuvo la canonjía referida, en cuyo estado murió después de los años de 1655. Su
talento
para la poesía fue de los
buenos
de su
tiempo,
y sus composiciones tienen mucha
propiedad,
gala
y espíritu, y grande amenidad y
pureza
de estilo, reduciéndose todas a
sonetos,
1
églogas,
canciones,
madrigales y toda especie de composiciones de metro
italiano.
Particularmente las églogas es lo más estimable de sus obras, por su espíritu,
decoro
y propiedad de
lenguaje;
todas las cuales se
publicaron
en
Madrid
en 1623, bajo el título de
Desengaño de amor en rimas,
por la
diligencia
y solicitud de su grande
amigo
Lope de Vega. También se le debe contar a nuestro Soto de Rojas en el número de los maestros del
arte
poética, como lo justifica en el erudito
Discurso sobre la poesía,
que se encuentra al principio de dichas obras, en el cual trata menudamente las partes de la poesía y la estructura y medida de los versos castellanos, y fue el que nuestro autor dijo al abrirse la
Academia
Selvaje, que se celebró en Madrid y empezó por los años de 1612, en la cual tomó el nombre de «Ardiente». También
publicó
en 1639 otra obra poética, intitulada
Los rayos de Faetón,
que una y otra son hoy muy raras. Este es uno de los poetas de quien no hace particular mención Lope de Vega en su
Laurel de Apolo,
habiendo sido el que promovió la publicación de sus obras, aunque él y todos los más
famosos
de su tiempo le dan encarecidos
elogios.
1
1. ballatas,
1. Nota del transcriptor: En el original «batallas», pero es un error por lectio facilior. El contexto exige un género lírico, y en 1786 Terreros y Pando registra el término «ballata» como sinónimo de «canción»; de manera más específica, y atendiendo al esquema métrico del modelo italiano, estaríamos ante las liras.
GRUPO PASO (HUM-241)
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