Ha muerto en Londres este
distinguido
escritor,
cuya vida ha sido una prueba de Io que puede efectuar el celo y el
trabajo
con
moderados
talentos
y
sin
instrucción académica. Nació en 7 de julio de 1771 en el condado de Wilt, donde su
padre
era panadero y labrador de una pequeña tierra que llevaba en arrendamiento. Recibió la
instrucción
elemental en la escuela de su aldea, y, habiéndose quedado sin padres por aquel tiempo, se trasladó a Londres al
amparo
de un
tío
que le puso de aprendiz de
cillerero
en casa de un mercader de vinos. Allí dedicaba todo el tiempo de que podía disponer a visitar los puestos de libros viejos, comprando algunos en ocasiones, y
leyéndolos
en la bodega con luz artificial en los ratos desocupados. Terminado su aprendizaje, se encontró sin relaciones ni destino, y experimentó grandes
privaciones
por espacio de siete años, viviendo en un oscuro aposento que le costaba un real diario, y leyendo en la cama durante el invierno por carecer de medios para proporcionarle lumbre. Trató de ganar la
subsistencia
componiendo
romances
y canciones de las que se recitan por las
calles;
y, habiendo hecho con
buen
éxito un esfuerzo más ambicioso, componiendo un libro titulado
Relación
de las sorprendentes
aventuras
de Pizarro,
pudo alcanzar
mejor
disposición y entrar en
relaciones
con el
editor
del
Sporting Magazine,
el cual le encargó la compilación de una obra titulada
Bellezas
del condado de Wilt.
Britton emprendió esta obra en
unión
con un joven
amigo
suyo, de más
erudición
que él, y el libro tuvo muy buena acogida, por lo cual el editor le encomendó también la descripción de las bellezas del condado de Bedford y otros condados. Después salió a
luz
la grande obra de Mr. Britton
Antigüedades arquitectónicas de Inglaterra,
que estableció su
reputación
y le aseguró una vida independiente, a favor de la cual pudo
publicar
otras muchas
obras
de arqueología y arquitectura y algunas biografías, distinguiéndose de entre aquellas el
Diccionario de Arquitectura y Arqueología de la edad media.
En
1847
se retiró de la vida activa, limitándose a escribir su propia biografía, que debía imprimirse con fondos suministrados por sus
amigos
en prueba de afecto, para lo cual estos habían formado una sociedad llamada el
Club de Britton.
Había manifestado el ardiente deseo de vivir hasta el 1° del año de 1857 para completar su biografía, y en efecto, murió en 1° de enero, si bien su obra ha quedado incompleta.