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DE FRAY TOMÁS DE ÁVILA Y PAZ, DE LA ORDEN DE SANTO DOMINGO, AL AUTOR
SONETO
Las ricas minas mire del Oriente
despacio el rojo Apolo, pues se encarga,
que ya no importa nada que se alarga
su ausencia rigurosa en Occidente.
Que un otro Apolo, docto y
elocuente,
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notando que la noche es muy amarga,
de su pesado tiempo la descarga
con
nuevo
estilo y
luz
muy excelente.
Y cuando Apolo venga, de los brazos
de su querida Dafne traiga ramas [10]
por las sienes de este nuevo Apolo.
Y cíñale guirnalda con abrazos,
con nuevos epitetos y epigramas
dejándole su ceptro en nuestro polo.