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ALONSO JERÓNIMO DE SALAS BARBADILLO, CRIADO DE SU MAJESTAD AL AUTOR
MADRIGAL
¡Oh Castillo, tan fuerte como hermoso,
fabricado
en la cumbre de aquel monte
de quien toda la esfera es horizonte:
aquel monte sagrado de las
musas
que, émulo del Cielo, [5]
preside a los demás montes del suelo,
que ya en tan superior parte resides
que al que preside a todos, le presides!
Pues las musas te eligen su defensa
—opuesto a la vulgar plebeya ofensa— [10]
crece y aumenta siempre a tu edificio
tales
piedras
como esta cada día,
cuya correspondencia
causará consonancia y armonía;
piedra que, de caracteres sembrada, [15]
no menos que caracteres son flores
purpúreas y fragrantes,
que hermosas tanto son como elegantes;
¡Crece sobre el dominio de los hados,
oh edificio equívoco a los ojos, [20]
castillo en la
robusta
fortaleza
y parque en la fragrancia y la belleza!