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APROBACIÓN Y CENSURA DEL MUY REVERENDO PADRE MAESTRO
FRAY
TOMÁS MELICAO, DEL ORDEN DE PREDICADORES, CATEDRÁTICO DE PRIMA DE LA UNIVERSIDAD DE CÁLLER Y REGENTE DEL ESTUDIO EN EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO
El forastero,
autor Jacinto Arnal de Bolea,
secretario
del
marqués
de Villasor, por comisión del ilustrísimo y reverendísimo doctor Thomas Rachis,
canónigo
de esta primacial Iglesia de Cáller y vicario general por el ilustrísimo y reverendísimo señor don
fray
Ambrosio Machin, arzobispo de ella, he visto; y aunque siempre me prometí grandes pruebas de su valentísimo
ingenio
–cuyo lucimiento es tan notorio–, en este libro hallé un resumen de todo lo primoroso de un fértil y feliz entendimiento, pues con el más grave y claro se conforma en el
ornato:
no afectadamente culto, no humilde –que igual fortuna corre un estilo: provoca el desprecio si inculto y si, con esfuerzos de superior, toca la esfera de oscuro, encuentra con la adversión común–, es el del
Forastero
propio. Es casto con llaneza grave ; con gravedad inteligible, con el más elevado se ajusta; con galantería luce sin que a lo modesto falte, ostentando en cosas muy humanas la nativa de su ingenio. Es particularmente en los
Excesos del mundo y Desengaños de la vida humana
divino; con tanta eminencia retrata el beneficio de estos, con tanto exceso condena las pernicies de aquellos. No tiene al fin el libro del
Forastero
cosa en que desmerezca, muchas sí con que merece la luz que solicita a los brazos de la
imprenta,
siendo tan erudito, tan modesto, que edifica aun en los mayores empleos de sus amores.
Venere
pues todo ingenio la obra; sea ella el más digno elogio de su autor y a mí sirva de encomio la admiración, de voz la suspensión, de aplauso el conocimiento y de lengua el silencio. Cáller, en Santo Domingo, 1 de mayo 1636.
Fray
Tomás Melicao, maestro y catedrático.