Información sobre el texto
Título del texto editado:
Prólogo al lector de las Anotaciones a la obra de Garcilaso.
Autor del texto editado:
Sánchez de las Brozas, Francisco (1522-1600)
Título de la obra:
Francisci Sanctii Brocensis, In Inclyta Salmaticensi Academia Emeriti, olim Rhetorices, Et Primarii Latinae, Graecaeque Linguae Doctoris, Opera Omnia, Una Cum Ejusdem Scriptoris Vita; Auctore Gregorio Maiansio Generoso Valentino: Tomus Quartus, Seu Opera Poetica
Autor de la obra:
Sánchez de las Brozas, Francisco (1522-1600)
Edición:
Ginebra:
Fratres de Tournes,
1766
Relación de los textos preliminares que se encuentran en esta obra:
* 1.El Maestro Francisco Sánchez, Catedrático de Retórica de Salamanca, “Al muy ilustre señor licenciado Don Diego López de Zúñiga y Sotomayor”.
* 2.“Al lector”.
* 3.Christophori Calveti Stellae, “Ex encomio. Ad Petrum Ferdinandum Cabreram Bovadillam”.
* 4.“Boscán a la muerte de Garcilaso”. Soneto
* 5.Del mismo. Soneto.
* 6.Francisco de Figueroa, “A la muerte de un hijo de Garcilaso de la Vega, que murió como su padre en la guerra”. Soneto.
* 7.“Contra las Anotaciones del Maestro Sánchez, cuando la primera vez se imprimían. Hallóse entonces en casa de un caballero de Salamanca”. Soneto.
* 8.“Respondió el Maestro Sánchez, en las espaldas del mismo papel. Pónese el nombre del autor contrario, con algunas propiedades del mismo”. Soneto.
Transcripción realizada sobre el ejemplar de la Biblioteca nacional de Chequia 37E9/T.4. Digitalización disponible en
(texto completo)Encoding: Carmen Calzada Borrallo
Transcriptor: Ignacio Muñoz Peñuela
Editor: Juan Montero Delgado
Sevilla, 2 febrero 2021
Al lector
Si
entre
tres
convidados (como dice el poeta
Horacio)
se suele hallar disensión de paladar y cada uno tiene diverso gusto, no es de maravillar si entre muchos lectores, o por mejor decir censores, haya diversos pareceres y opiniones. Muchos años ha que por tener yo afición al
excelente
poeta
Garcilaso
de la Vega hice sobre él algunas anotaciones y emiendas, y comunicándolas con algunos
amigos
míos, que también en ello pusieron sus diligencias, determiné que por vía de
impresión
fuesen comunicadas a los que del ingenio de Garcilaso son aficionados. Apenas se divulgó este mi intento, cuando luego sobre ello se levantaron diversas y contrarias opiniones. Pero una de las que más cuenta se hace es decir, que con estas anotaciones más afrenta se hace al poeta que honra, pues por ellas se descubren y manifiestan los
hurtos
que antes estaban encubiertos. Opinión por cierto
indigna
de respuesta, si hablásemos con los muy
doctos.
Mas por satisfacer a los que tanto no lo son, digo y afirmo que no tengo por buen poeta al que no imita los excelentes
antiguos.
Y si me preguntan por qué, entre tantos millares de poetas como nuestra España tiene, tan pocos se pueden contar dignos de este nombre, digo que no hay otra razón sino porque les faltan las
ciencias,
lenguas y
doctrina
para saber imitar. Ningún poeta latino hay que en su género no haya imitado a otros, como
Terencio
a Menandro, Séneca a Eurípides; y Virgilio no se contentó con caminar siempre por la huella de Homero, sino también se halla haber seguido a
Hesíodo,
Teócrito, Eurípides; y entre los latinos a Ennio, Pacuvio, Lucrecio, Catulo y Sereno. Y agora Fulvio Ursino ha compuesto un gran volumen de los hurtos de Virgilio, y digo hurtos no porque merezcan este nombre, sino porque en este caso es más honra que vituperio. Y Virgilio (según dice San
Jerónimo
en un prólogo de las
Cuestiones del Génesis)
se honraba de este nombre. Porque diciéndole sus émulos y detractores que todo cuanto tenía era hurtado de Homero, respondió:
"Magnarum ese virium Herculi clavam extorquere de manu."
Como si dijera: así como es muestra de grandes fuerzas sacar de las manos de Hércules la maza y quedarse con ella, ansí tomar a Homero sus versos y hacerlos propios es erudición que a pocos se comunica. Lo mismo se puede decir de nuestro poeta, que aplica y traslada los versos y sentencias de otros poetas tan a su propósito y con tanta destreza, que ya no se llaman ajenos sino
suyos;
y más gloria merece por esto que no si de su cabeza lo compusiera, como lo afirma
Horacio
en su
Arte Poética.
Sirve también esta mi diligencia de emendar muchos lugares que se habían corrompido. Porque en la
Oda ad Florem Gnidi
decía: «Huye la polvorosa palestra como siempre ponzoñosa», yo emendé «como sierpe», porque es tomado de Horacio; y en otra parte decía: «Yo pondré fin a mis enojos», emendé: «a tus enojos», porque es tomado de
Ovidio.
Y otros muchos lugares hay de esta suerte, como parecerá por las anotaciones. Y tampoco soy yo el primero que he tomado la mano en hacer esta manera de anotaciones, pues vemos ya la misma diligencia hecha en
Orlando Furioso
y en la
Arcadia
de
Sannazaro.
En lo que toca a la diligencia de emendar algunos lugares, parte es mía y parte de algunos amigos y parte de otros ejemplares que yo procuré haber para este efecto, entre los cuales ayudó mucho uno muy antiguo de mano que nos quiso comunicar el señor Tomás de Vega, criado de su Majestad, por el cual allende de emendar los lugares de que se hace mención en las anotaciones, se restituyeron y cumplieron algunos versos que faltaban en los impresos.
Bene vale, et fruere.
GRUPO PASO (HUM-241)
FFI2014-54367-C2-1-R
FFI2014-54367-C2-2-R
2018M Luisa Díez, Paloma Centenera