Las películas de terror (y no tanto) que permanecen en el recuerdo de los millennials

Que lo millennial está de moda es innegable. Tanto los nostálgicos que fuimos niños o adolescentes a finales de los 90 y principios de los 2000 como los jóvenes de hoy que sienten curiosidad por aquello que tuvo tanto éxito hace ya más de 20 años (sí, todo ese tiempo ha pasado) nos encanta de vez en cuando volver a escuchar esa canción que no paraba de sonar en la radio o vestir aquella prenda que esperábamos no volver a ver en las calles.

En el cine también ha ocurrido. Aquellos éxitos de taquilla que llenaban las salas semana tras semana siguen muy presentes en la cultura popular. Algunas se han convertido en obras de culto, otras han “revivido” a través de remakes o de secuelas más o menos acertadas, y otras simplemente siguen ahí, emitiéndose año tras año en televisión esa noche de un día festivo en que tanto nos apetece volver a verla por enésima vez.

Por eso, este año no vamos a hacer un recopilatorio más de cine de terror (podéis consultar las listas de películas recomendadas para Halloween en años anteriores aquí), sino que vamos a hacer un breve (y nostálgico) recorrido en el tiempo para recomendaros aquellas piezas de humor, amor y horror que de algún modo han permanecido en el recuerdo de quienes ya consumíamos cine hace 30 años.

• El retorno de las brujas (1993)

Si perteneces a la generación millennial es probable que cuando se estrenó Hocus Pocus no tuvieras edad legal para entrar al cine a ver nada más terrorífico que estas tres brujas excéntricas. Se trata de una divertida comedia con tintes de terror apto para todos los públicos cuya historia transcurre, precisamente, en la noche de Halloween. Brujas, gatos negros que hablan, calabazas, libros encantados… lo tenía todo para conquistar al público. Prueba del éxito alcanzado es que en 2022 Disney produjo una secuela en la que las hermanas Sanderson vuelven en busca de venganza 29 años después.

• Entrevista con el vampiro (1994)

Considerada por algunos medios como una de las mejores películas de los 90, esta interesante propuesta parte de las memorias de Louis de Pointe, un vampiro que, tras 200 años de inmortalidad, decide relatar a un periodista su historia de amor, terror, desolación y éxtasis. Se trata de una adaptación de la novela homónima de Anne Rice que, protagonizada por Brad Pitt y Tom Cruise (que encarnaban a dos vampiros bastante tóxicos), supuso el inicio del “fenómeno fan” de las historias vampíricas en la gran pantalla, que siguió creciendo con series como Buffy, cazavampiros.

• Casper (1995)

Lo admito, no es una película de terror, aunque esta tierna historia de fantasía enamoró a niños y jóvenes de los 90. Una fantasmagórica mansión es testigo de la amistad entre un pequeño fantasma y la hija de un especialista en ahuyentar malos espíritus. Será por los guiños a cuentos clásicos como La Cenicienta o La bella y la bestia, por la expresividad de los cuatro fantasmas, los toques de humor, los rincones increíbles que vamos descubriendo mientras Kat y Casper exploran la mansión, la estética gótica y a la vez colorida, la música emocionante… lo cierto que es Casper sigue siendo una de las películas más queridas para toda una generación.

• Jóvenes y brujas (1996)

“Las raras somos nosotras”. Probablemente sea una de las frases más míticas de esta película, que va más allá de la magia negra perpetrada por cuatro adolescentes; va sobre el “ser diferente” que, además, trata temas tan importantes como la paridad, la sororidad, el consentimiento y la violencia de género, el slut shaming y el body shaming. Jóvenes y brujas marcó también un revulsivo estético que se decantaba puso de moda lo gótico y lo grunge. He de confesar que por aquel entonces fue una de mis favoritas y quizá sea precisamente ese el motivo por el cual aún no he visto el remake, estrenado en 2020, y que no obtuvo buenas críticas por la simplicidad de los personajes.

• Scream (1996)

Sin duda, Scream es una de las grandes representaciones del cine slasher, que se caracteriza por muertes sangrientas, adolescentes que representan estereotipos, asesinos enmascarados con armas afiladas, historias de venganza, escenas de sexo entre jóvenes que acaban asesinados, y un personaje femenino que sobrevive (la denominada final girl). La primera escena de la película, que muestra a una aterrorizada Drew Barrymore al teléfono con el psicópata “Ghostface” e intentando huir de la casa, se ha convertido en historia del cine. Desde entonces ya han visto la luz seis entregas de esta saga, algunas con más éxito que otras. ¿Las has visto todas?

• Sé lo que hicisteis el último verano (1997)

Otra película mítica del slasher de los 90 que empieza con adolescentes en una fiesta con sexo, alcohol y drogas. En la vuelta a casa, tienen un accidente de tráfico y deciden deshacerse de un cuerpo. Justo un año después, empiezan a ocurrir sucesos misteriosos relacionados con un hombre con capa, botas de pescador y un garfio bien afilado (encuentra todos los elementos propios del slasher). Aunque menos carismática que Scream, también enganchó a muchos jóvenes amantes de este género y contó con tres entregas. Si te gustaron, debes saber que 25 años después Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. volverán en una secuela ya confirmada.

• Sleepy Hollow (1999)

Una joya audiovisual de Tim Burton que se ha convertido en la favorita de muchos de los fans del director. Se trata de una adaptación de La leyenda del jinete sin cabeza, un relato corto de terror y romanticismo escrito por Washington Irving (1820), que construye para la gran pantalla una atmósfera onírica y sangrienta a través de nieblas perpetuas, bosques tenebrosos, ramas retorcidas del Árbol de los muertos y lápidas. La historia se sitúa en una aldea de la Nueva Inglaterra de 1799 donde aparecen cadáveres decapitados, cuyos crímenes son atribuidos por los habitantes a un extraño e iracundo jinete que, según la leyenda, tampoco tiene cabeza. 

• El proyecto de la bruja de Blair (1999)

Aunque ya recomendamos esta terrorífica historia en una publicación anterior, no podíamos dejarla fuera de esta lista de cine de terror millennial. El proyecto de la bruja de Blair fue todo un fenómeno cultural y su misterio ya era viral antes del estreno en cines.

Este proyecto audiovisual llegó al público a través de un sitio web (cuyos archivos siguen disponibles hoy en día) que presentaba un supuesto proyecto de investigación sobre la desaparición de tres estudiantes de cine que se habían adentrado en un bosque para filmar un documental y habían desaparecido. Los foros comenzaron a hablar del tema y se hizo viral una historia perturbadora. El revuelo fue en aumento con el estreno de la película, rodada con un efecto “cámara al hombro” que la hacía aún más creíble y aterradora, y que a muchos hizo dudar acerca de cuánto era ficción, cuánto era leyenda urbana, y cuánto era realidad.

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• El sexto sentido (1999)

Otra de esas obras de las que todo el mundo hablaba en el 99 y que probablemente nadie de esa generación se perdiese. Muchos vivimos momentos de terror con este niño que decía ver muertos y que vivía traumatizado por sus poderes paranormales, su psicólogo, y una variedad fantasmas que aparecían en los momentos más cotidianos con la mirada perdida… todo en una trama basada en el terror psicológico que evita los típicos efectos de sonido y sustos propios del cine de terror, con un desenlace sorprendente. Probablemente sea una de las películas más exitosas de M. Night Shyamalan y que hay que ver al menos una vez en la vida.

• Scary Movie (2000)

Considerada como una pieza del neoslasher, esta parodia recurría principalmente a la trama de Scream y de Sé lo que hicisteis el último verano, mezclada con guiños a otras películas populares como El proyecto de la bruja de Blair, Matrix, El sexto sentido, Halloween, El resplandor, Carrie y hasta Titanic para crear situaciones absurdas (una de las más recordadas es aquella de “Ghostface” fumando marihuana hasta que el gesto de su máscara cambia). Si te gusta esta forma de humor negro, prueba a ver sus cinco entregas para identificar todas las referencias al cine. Y si te interesa la versión española, tienes que ver Spanish Movie, la comedia sobre el cine de terror patrio.

• Los otros (2001)

¿Puede un fotograma tener sonido? En mi cabeza, esta imagen va acompañada del canturreo de Anne mientras juega con su marioneta. Los otros es una obra maestra de Amenábar que llegó a situarse como la película española con mayor recaudación en las salas de cine en el año de su estreno. La historia nos transporta a una mansión rodeada por espesa niebla y totalmente descontextualizada en el tiempo y el espacio, donde una madre y sus dos hijos intolerantes a la luz solar viven encerrados y aislados. Pero en los laberínticos pasillos y lúgubres habitaciones empiezan a ocurrir sucesos que sugieren la presencia de unos intrusos que cohabitan en el lugar.

• The Ring (2002)

Esta producción es un remake de Ringu (1998), una película de terror japonesa que cuenta la misma historia: entre los jóvenes circula una cinta de vídeo (hay algo más millennial que una cinta de VHS?) disponible en alquiler y que muestra una serie de imágenes perturbadoras e inconexas. Quien la ve, activa una maldición: inmediatamente recibirá una llamada telefónica en la que se predice, con una semana de antelación, su muerte. A lo largo de la historia, una madre intenta investigar el origen del vídeo para salvarse y salvar la vida de su hijo. Sin duda, las imágenes de Samara, la niña del pozo, presentes en las pesadillas de muchos de nosotros.

• 28 días después (2002)

Esta película de terror apocalíptico, obra de Danny Boyle, nos hizo sufrir en las salas de cine. Todo comienza con un experimento en un laboratorio donde se investiga un virus que convierte a sus portadores en una especie de “zombies” violentos. El virus se propaga rápidamente, generando el colapso total de la sociedad. Cuando el protagonista despierta de un coma y abandona el hospital, se convierte en uno de los pocos supervivientes de la epidemia. La impactante imagen de Cillian Murphy cruzando el puente de Westminster en una Londres completamente desolada, permanecerá en la retina de muchos de los espectadores.

• Gothika (2003)

Se trata de un film psicológico y oscuro cuya sobre una reputada psicóloga que acaba internada en el mismo centro donde trabajaba, donde tendrá que controlar un esfuerzo por controlar su ansiedad, siendo consciente de la delgada línea que separa la cordura de la locura. Puede que no sea tan espléndida como algunos de los títulos anteriores, pero su estilo oscuro y la atmósfera casi claustrofóbica en la que se mezcla lo mental con lo paranormal nos hicieron pasar mucho miedo.

¿Y tú cuántas de estas películas viste sin taparte los ojos? ¿Cuántas tienes planeado volver a ver o ver por primera vez? Si crees que falta algún título mítico de los 90 o principios de los 2000, comparte en comentarios.