Título de la oferta: Resolución de conflictos: herramientas y técnicas para una comunicación efectiva

La comunicación es esencial para la resolución de conflictos. La necesidad de que se produzca una comunciación efectiva aparece tanto si el asunto ha sido judicializado como si son las propias partes las que negocian por si mismas o asistidas de una persona que facilite el diálogo (mediación, facilitación, etc.). Conocer la incidencia de la comunicación verbal y no verbal, practicar las distintas técnicas de comunicación y desarrollar las habilidades de lo que se conoce como Derecho colaborativo es esencial para una buena aplicación del Derecho, para la construcción de relaciones profesionales saludables y para la tutela efectiva de los derechos e intereses legítimos de las personas. 

La atención a la comunicación como elemento clave para la resolución de conflictos se comenzó a desarrollar con el auge del método de negociación de Harvard basado en siete elementos donde la "comunicación" era uno de ellos. En el ámbito estadounidense se comenzó a desarrollar lo que se conoce como Derecho Colaborativo entre abogados y abogadas que buscaban una solución negociada a los conflictos que les palentaba sus clientes. Estas prácticas colaborativas se fueron extendiendo a más ramas del Derecho (además del Derecho de familia) y a otros países. En España existen asociaciones de Derecho Colaborativo en el que equipos multidisciplianres abordan la resolución de conflictos prestando especial importancia a los aspectos comunicacionales de las personas. Sus resultados positivos generaron su extensión en general a la resolución de conflictos entre profesionales de los más diversos ámbitos. El entrenamiento en estos conocimientos (principios de una negociación integradora, técnicas de comunicación) es esencial tanto en profesionales como en la ciudadanía en general. 

El uso de técnicas de comunicación que resuelvan conflictos o, al menos, ayuden a gestionarlos reporta numerosos beneficios sociales (bienestar general, paz, clima de respeto de los derechos e intereses de las demás personas, cumplimiento de pactos y del ordenamiento jurídico, apreciación del sentido de justicia de las normas y pactos, puede evitar el atasco judicial evitando la judicialización de todos los conflictos) como personales (salud mental, satisfacción al conseguir acuerdos eficaces, considerados justos para ambas partes, menos costoso económica y psicológicamente, sensación de control de las situaciones vitales, recursos para gestionar situaciones difíciles).

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