Información sobre el texto

Título del texto editado:
“LITERATURA DRAMÁTICA. Apuntes biográficos acerca del poeta dramático don Juan Ruiz de Alarcón”
Autor del texto editado:
Carnerero, José María de (1784-1843)]
Título de la obra:
Cartas españolas. Revista histórica, científica, teatral, artística, crítica y literaria, t. II, nº 1, cuad. 19
Autor de la obra:
Carnerero, José María de (1784-1843) (dir.)
Edición:
Madrid: Imprenta de I. Sancha, 1831


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LITERATURA DRAMÁTICA

Apuntes biográficos acerca del poeta dramático don Juan Ruiz de Alarcón


“Es tal la fecundidad de ingenios que ha producido nuestra España, que, pareciéndole estrecho parnaso el de nuestra península, fundó nuevas colonias en América, donde prueban también las plantas españolas que emulan y compiten los primores de su origen. Don Juan Ruiz de Alarcón, oriundo de España y natural de la insigne ciudad de Méjico, bastaba para probar lo que se afirma, pues ha enriquecido los teatros españoles con tantas y excelentes piezas cómicas, que con razón le acreditan por uno de aquellos felices ingenios que dieron leyes a las comedias españolas, dejando su memoria venerable entre los que respetamos como primeros maestros de este arte. Así lo sintió el juiciosísimo crítico del siglo pasado don Nicolás Antonio, quien distinguió el singular mérito de este americano. Su estilo es dulce, armonioso, puro, elegante y de la mayor propiedad. Las sentencias y los pensamientos, aunque no guardan toda igualdad y proporción, son profundos y de una viveza muy singular. La disposición de los lances es muy ingeniosa y acomodada al genio de la nación, que le divierte más lo admirable que lo verosímil. La graciosidad es aguda y sazonada, aunque tal vez excede los límites de su carácter. El asunto 1 , que es más propio de tragedia que de comedia, es histórico y verdadero, y lo refieren Zurita, Abarca, Mariana y otros, pues todos escriben que, habiendo don Alfonso I, rey de Aragón, muerto infelizmente en la famosa batalla de Fraga, año de 1134, sin que se hallase su cadáver, y sospechando algunos que se había ocultado por no padecer el sonrojo de vencido, dio motivo a que el año 1162 apareciese en Aragón un impostor tan parecido al rey difunto, que se acreditó entre muchos por el verdadero. mandole poner preso la reina doña Petronila, y, discurriendo políticamente que las averiguaciones judiciales, en vez de aclarar la verdad, fomentaban las pretensiones de los mal contentos, sin otro proceso que el que resultaba de su embustes, le mandó ahorcar. No consta el nombre propio de este embustero, y así fue licencia poética en nuestro cómico el atribuirle el apellido de Anlaya, uno de los señalados en la nobleza aragonesa. Este suceso fue el original que parece copiaron con sus artificios el pastelero Madrigal en España, los Demetrios en Moscovia y otros semejantes impostores en otros reinos”. ( Diario de los literatos de España, artículo 4,. Enero de 1737).

“Alarcón. Es uno de los primeros escritores de comedias entre los grandes hombres que enriquecieron el teatro español a principios del siglo XVII. Su dicción es castiza, propios los caracteres, complicada la trama como en Moreto y fácil la versificación como en Calderón de la Barca, sin ninguno de los pueriles, frívolos o rebuscados conceptos que afean de cuando en cuando a este ingenio extraordinario; y, en una palabra, don Nicolás Antonio no hizo más que pagar un tributo a la justicia, diciendo: vix uni alteri puritate dictionis, urbanitate que et copia atque inventione comparandis. ” (Biografía española, artículo del Repertorio americano).

En el índice general de comedias que salió en Madrid año de 1735 en 4º se apuntan por de Alarcón: La amistad castigada, El Antecristo, La crueldad por el honor, La culpa busca la pena, y el agravio la venganza, Dar con la misma flor, Dejar dicha por desdicha, El dueño de las estrellas, Los empeños de un engaño. También son suyas El tejedor de Segovia, primera y segunda parte.

En medio de los poetas dramáticos del siglo de don Juan Ruiz Alarcón y Mendoza, logró dar este a sus comedias un carácter moral que en vano se busca en los de su tiempo. Sin que sea nuestro ánimo defraudar a Lope de Vega de la fama que justamente le pertenece, creemos que la comedia El premio del bien hablar, por su dicción, estilo y trama, da motivo para apropiársela a don Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza. La energía y precisión de las sentencias en que abunda, el propósito moral que desde sus primeras escenas descubre y la corrección de lenguaje son parte a persuadirlo. A pesar de esto, por otra parte consideramos que el mérito de esta comedia es inferior al que tiene el antor de La verdad sospechosa. En la de Ganar amigos nos obliga más a la fe de que Alarcón es su autor el recordar también que no es la primera vea que se le han atribuido a Lope sus trabajos cómicos.





1. Se habla en este asunto de la Crueldad por el honor, comedia también de Alarcón.

GRUPO PASO (HUM-241)

FFI2014-54367-C2-1-R FFI2014-54367-C2-2-R

2018M Luisa Díez, Paloma Centenera