Gabriel Laguna Mariscal
Literatura clásica. Tema 1. Textos y documentación adicional
1.- Introducción al concepto de Literatura Comparada y de Tradición Clásica (T. C.). Manifestaciones de la T. C.: traducción (interpretatio), imitación (imitatio), adaptación libre (aemulatio) y referencia parcial (allusio). Influencia de géneros y tópicos literarios. Introducción a la T. C. en el Renacimiento inglés. |
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Prólogo "Al letor" (sic) del Brocense en Obras del excelente poeta Garci-lasso de la Vega, con anotaciones y Emiendas del Maestro Francisco Sánchez, Salamanca 1581. |
Apenas se divulgó este mi intento, quando luego sobre ello se levantaron diversas y contrarias opiniones. Pero uno de las que más se hace, es decir, que con estas anotaciones más afrenta se hace al poeta, que honra, pues por ellas se descubren, y manifiestan los hurtos, que antes estaban encubiertos. Opinión por cierto indigna de respuesta, si hablasemos con los muy doctos. Mas por satisfacer a los que tanto no lo son, digo, y afirmo, que no tengo por buen poeta al que no imita los excelentes antiguos. Y si me preguntan, porqué entre tantos millares de Poetas, como nuestra España tiene, tan pocos se pueden contar dignos deste nombre, digo, que no ay otra razón, sino porque les faltan las ciencias, lenguas, y dotrina para saber imitar. Ningun Poeta Latino ay, que en su género no aya imitado a otros, como Terencio a Menandro, Séneca a Eurípides: y Virgilio no se contentó, con caminar siempre por la huella de Homero; sino también se halla aver seguido a Hesíodo, Theócrito, Eurípides, y entre los latinos a Ennio, Pacuvio, Lucrecio, Catulo, y Sereno: y agora Fulvio Ursino ha compuesto un gran volumen de los hurtos de Virgilio: y digo hurtos, no porque merezcan este nombre, sino porque en este caso es más honra que vituperio. Y Virgilio (según dice S. Hierónimo en un prólogo de las questiones del Génesis) se honrava deste nombre. Porque diciéndole sus émulos y detractores, que todo quanto tenía, era hurtado de Homero, respondió: Magnarum esse virium Herculi clavam extorquere de manu. Como si digera, Ansi como es muestra de grandes fuerzas sacar de las manos de Hércules la maza, y quedarse con ella; ansí tomar a Homero sus versos y hacerlos proprios, es erudición, que a pocos se comunica. Lo mismo se puede decir de nuestro Poeta, que aplica y traslada los versos y sentencias de otros poetas tan a su propósito, y con tanta destreza, que ya no se llaman agenos, sino suyos; y más gloria merece por esto, que no si de su cabeza lo compusiera, como lo afirma Horacio en su Arte Poética.
Sugerencias de lectura: observa cómo las observaciones del Brocense son un testimonio típico de la concepción de imitación poética que se tenía durante el Renacimiento. No se valoraba como un demérito sino, al contrario, como un indicio de calidad poética. Requería además: 1) "ciencias" (competencia poética para imitar); 2) "lenguas" (típicamente, latín, griego, italiano; en menor medida, francés y hebreo); y 3) "dotrina" (conocimiento de los autores clásicos y de sus obras).
Horacio, Odas I 5 y John Milton, "The Fith Ode of Horace. Lib. I". |
Quis multa gracilis
te puer in
rosa perfusus liquidis urget odoribus grato, Pyrrha, sub antro? cui flavam religas comam,
simplex munditiis? heu quotiens fidem 5 mutatosque deos flebit et aspera nigris aequora ventis emirabitur insolens,
qui nunc te fruitur credulus aurea, qui semper vacuam, semper amabilem 10 sperat, nescius aurae fallacis! miseri, quibus
intemptata nites. me tabula sacer votiva paries indicat uvida suspendisse potenti vestimenta maris deo. |
[Trad.] ¿Qué esbelto joven, entre rosas numerosas, ungido de fluidos perfumes te agobia bajo una cueva amena, Pirra? ¿Para quién te sueltas el rubio cabello
sencilla en tu elegancia? ¡Ay, cuántas veces llorará el cambio de lealtad y de dioses, y admirará, desacostumbrado, los mares erizados de negros vientos,
ése que ahora, crédulo, disfruta de ti, espléndida, que confía que siempre serás complaciente, siempre adorable, sin acordarse de la brisa falaz. ¡Ay, míseros aquellos para quienes
brillas sin que te conozcan! Una pared sagrada indica con un cuadro votivo que yo he colgado mis ropas empapadas al dios que rige el mar. |
John Milton (1608-74), The Fifth Ode of Horace. Lib. I
Quis multa gracilis te puer in Rosa, Rendred almost word for word without Rhyme according to the Latin Measure, as near as the Language will permit.
What slender Youth bedew's wich liquid odours
Courts thee on Roses in some pleasant Cave,
Pyrrha for whom bindst thou
In wreaths thy golden Hair,
Plain in thy neatness; O how oft shall he 5
On Faith and changed Gods complain: and Seas
Rough with black winds and storms
Unwonted shall admire:
Who now enjoyes thee credulous, all Gold,
Who alwayes vacant alwayes amiable 10
Hopes thee; of flattering gales
Unmindfull. Hapless they
To whom thou untry'd seem'st fair. Me in my vow'd
Picture the sacred wall declares t'have hung
My dank and dropping weeds 15
To the stern God of Sea.
Sugerencias de lectura:
- Analiza el tipo de traducción (¿literal o libre?).
- Marca en la traducción de John Milton los giros que constituyen latinismos sintácticos y léxicos.
Imitatio: Persio, Prólogo y Sir Philip Sidney, Astrophil and Stella 74. |
Nec fonte labra prolui caballino nec in bicipiti somniasse Parnasso memini, ut repente sic poeta prodirem. Heliconidasque Pallidamque Pirenen illis remitto quorum imagines lambunt 5 hederae sequaces: ipse semipaganus ad sacra vatum carmen adfero nostrum. quis expedivit psittaco suum "chaere" picamque docuit nostra verba conari? magister artis ingenique largitor 10 venter, negatas artifex sequi voces. quod si dolosi spes refulserit nummi, corvos poetas et poetridas picas cantare credas Pegaseium nectar. |
[Trad.] Ni he empapado mis labios en la fuente del Rocín ni recuerdo haber soñado en el Parnaso de doble cumbre para así de golpe salir poeta. Y las Helicónidas y la pálida Pirene se las cedo a aquéllos cuyos bustos lamen las yedras trepadoras; yo, un semiprofano, traigo mi poesía a los rituales de los vates. ¿Quién le adiestró al papagayo su "buenos días" y enseñó a la urraca a remedar nuestras palabras? El maestro del arte y dispensador de talento: el hambre (hábil conseguidor de voces negadas por la naturaleza). Pues cuando brilla la esperanza de una moneda engañosa, se diría que los poetas, como cuervos, y las poetisas, como urracas, cantan néctar de Pegaso. |
Sir Philip Sidney (1554-1586), Astrophil and Stella 74.
I never drank of Aganippe well,
Nor ever did in shade of Tempe sit;
And muses scorn with vulgar brain to dwell;
Poor layman I, for sacred rites unfit.
Some do I hear of poets' fury tell, 5
But, God wot, wot not what the mean by it;
And this I swear, by blackest brook of hell,
I am no pick-purse of another's wit.
How falls it then, that with so smooth an ease
My thoughts I speak, and what I speak doth flow 10
In verse, and that my verse best wits doth please?
Guess we the cause: `What, is it thus? Fie, no.
`Or so?' Much less. `How then?' Sure thus it is:
My lips are sweet, inspired with Stella's kiss.
Sugerencias de lectura: En ambos textos encontramos el mismo tema: el rechazo de los expedientes convencionales de inspiración (las Musas, el Parnaso, la fuente Castalia...) y la consiguiente afirmación de una motivación distinta de la poesía. Para Persio, con el tono cínico que caracteriza al género satírico, esta motivación es el hambre y el deseo de dinero. Para Sidney, en el contexto amoroso de su secuencia petrarquista, la fuente de inspiración es su dama. Por tanto, en este caso hay también una versión del texto original. Sin embargo, no se trata de una mera traducción (interpretatio), sino de una imitación (imitatio), porque el autor imitador, Sidney, altera el tema principal o intención del autor (Persio) del texto original. Observa en qué consiste la diferencia. Por lo demás, observa la similitud de la estructura de ambos poemas.
Aemulatio: cf. textos propuestos para el Tema 4 . |
Allusio: Catulo 5 y Samuel Daniel, "A pastoral" ("O happy golden age!..."), esp. vv. 66-68. |
Vivamus, mea Lesbia, atque amemus, rumoresque senum severiorum omnes unius aestimemus assis! soles occidere et redire possunt: nobis cum semel occidit brevis lux, 5 nox est perpetua una dormienda. da mi basia mille, deinde centum, dein mille altera, dein secunda centum, dein, cum mulia multa fecerimus, conturbabimus illa, ne sciamus, 10 aut ne quis malus invidere possit, cum tantum sciat esse basiorum. |
[Trad.] Lesbia, mi niña, a vivir y a amar, y los cotilleos de viejos gruñones al cuerno, todos, al cuerno. Los soles mueren y regresan (porque pueden), pero una vez se consume el candil de nuestra vida hemos de dormir la noche más larga (vaya que sí). Venga, dame el pico mil veces, luego cien, luego mil de nuevo, cien más de propina, luego, después de darnos tropecientos, liaremos la cuenta hasta marearnos, no sea que algún capullo pueda aojarnos conociendo la cuenta exacta de los besos. |
Samuel Daniel, "A pastoral" ("O happy golden age!...")
O happy golden age!
Not for that rivers ran
With streams of milk, and honey dropped from trees;
Not that the earth did gage
unto the husbandman 5
her voluntary fruits, free without fees;
Not for no cold did freeze,
Nor any cloud bequile
th' eternal flow'ring spring,
wherein lived everything, 10
and whereon th' heavens perpetually did smile;
Not for no ship had brought,
from foreign shores, or wars or wares ill sought.
But only for that name...
that idle name of wind, 15
that idol of deceit, that empty sound...
called Honour, which became
the tyrant of the mind,
and so torments our nature without ground,
was not yet vainly found, 20
nor yet sad griefs imparts
amidst the sweet delights
of joyful, amorous wights;
[...]
O Honour, it is thou 51
that mak'st that stealth, which love doth free allow;
it is thy work that brings
our griefs and torments thus.
But thou, fierce lord of nature and of love, 55
the qualifier of kings,
what dost thou here with us,
that are below thy power, shut from above?
Go, and from us remove;
Trouble the mighthy's sleep; 60
Let us neglected, base,
live still without thy grace,
and th' use of th'ancient happy ages keep.
Let's love; this life of ours
can make no truce with time that all devours. 65
Let's love; the sun doth set and rise again,
but whenas our short light
come once to set, it makes eternal night.
Works, 1601.
Sugerencias de lectura: El poema de Samuel Daniel dedica casi toda su extensión (vv. 1-63) a una caracterización positiva de la Edad de Oro (aurea aetas) en contraste con la época actual, en la que existen los prejuicios sexuales del recato u honor (Honour). Se combina, pues, el encomio de la Edad de Oro con el denuesto de la edad actual. En los últimos versos (64-68) encontramos una imitación parcial o allusio al poema de Catulo.