Tendencias en las reformas educativas europeas
La
educación obligatoria
Marta
CAMPOS AGUILERA
Mª
Luisa LA TORRE CASTILLO
De sobra es conocido por todos el
proceso de integración económica social y cultural que se ha venido produciendo en
Europa en el último tercio del siglo XX, especialmente en la década de los 80 y 90. Esta
evolución no ha dejado de lado a los sistemas educativos de los diferentes países, en
los que se han observado una serie de cambios, en ocasiones de gran calado, como reformas
estructurales y, otras muchas veces, reformas parciales, que han derivado en una nueva
orientación educativa en nuestro continente.
Gracias al régimen democrático reinante en los países europeos, al tratarse de
reformas de la importancia de las educativas se intenta llegar al consenso necesario para
que todos los sectores involucrados en el tema estén de acuerdo, aunque en muchas
ocasiones no se consiga.
Siendo el objetivo de la Unión Europea
unificar a los estados integrados en ella, es absolutamente necesario partir de la base de
la sociedad que tenemos y tendremos, en la que los jóvenes son los encargados de recoger
el testigo de la integración de Europa. Para ello, se hace imprescindible una serie de
reformas educativas que deriven en una enseñanza obligatoria universal.
Muchos han sido los intentos de definir el concepto de reforma educativa, pero
podemos partir de que éste tiene como fin producir un cambio del sistema educativo,
emanado del estado o autoridad competente. Este cambio es intencional y profundo, responde
a una política educativa determinada y se produce con intención de perdurar.
En cuanto a la definición de
enseñanza obligatoria, el consenso es más amplio, conceptuándolo como la etapa
establecida por un Estado con carácter obligatorio para todos los alumnos hasta una edad
determinada legalmente.
Con el fin de identificar los cambios producidos en Europa por las diferentes
reformas educativas de la enseñanza obligatoria se procede a un estudio que lleva a cabo
EURYDICE, resultado del cual se realizan unas fichas para cada Estado. Con el objeto de
hacer un estudio comparado se extraen una serie de epígrafes: Fines Generales,
Estructura, Administración, Currículo, Profesorado, Compensación de Desigualdades,
Servicio de Apoyo a la Escuela y Evaluación y Supervisión.
COMPARACIÓN
DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS DE LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA UNIÓN EUROPEA Y EN LOS PAÍSES
AELC/EEE (1984-1994)
Al tener como objetivo la enseñanza
obligatoria, la progresión no ha sido brusca en ningún momento ya que los cambios no han
provocado una evolución de la finalidad de esta franja educativa que sigue siendo la
misma. Esto no es óbice para que se hayan producido variaciones como la consecuencia de
la tendencia en muchos países a la regionalización de la educación y las nuevas
búsqueda de empleo. Lo que sí se ha producido es un vuelco de la idea a la práctica. Lo
que antes era un concepto se ha convertido en una realidad y la educación básica está
institucionalizada en todos los países de la Unión Europea.
Hay países que
han comenzado a afrontar cambios en los fines de la educación básica como España,
Islandia, Noruega, Liechtenstein. Otros como Bélgica
y Escocia se están preparando para efectuar cambios. Dinamarca, Francia, Suecia, Escocia
y Noruega
adoptaron medidas para fomentar las actitudes para seguir aprendiendo de los alumnos.
Bélgica, España, Portugal y Finlandia optan por la descentralización, mientras que
Suecia, Inglaterra y Gales e Irlanda del Norte lo hacen por la
unidad curricular.
Con la finalidad de estudiar las diferencias existentes, a simple vista escasas, entre los países de la Unión y salvar esas distancias que puedan existir, se abordan seis núcleos temáticos inspirados desde la OCDE:
1.- La igualdad de oportunidades sociales
para todos los ciudadanos sin distinción.- Los países traducen esta igualdad en
diferentes conceptos: Gratuidad e igualdad en Grecia
y Bélgica; Protección y democratización del derecho a la educación en España;
Asimilación a servicio público en Francia; Derecho de los ciudadanos y deber del Estado
en Italia;
Compensación de las desigualdades en Portugal y gratuidad en Escocia.
2.- Proporcionar
a la población una educación básica.- Para Bélgica, Alemania,
España, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Portugal e Irlanda del Norte,
esto se traduce en una ampliación en la obligatoriedad en los estudios.
3.- La
promoción a la vez de la estabilidad y del cambio social.- Dando cabida a las nuevas técnicas, al factor localista y a los
pensamientos minoritarios. Alemania e Inglaterra ya tienen experiencia en esto.
4.- La preparación de los niños para
vida adulta en el trabajo, la familia, el ocio y la sociedad.-
Se cambia la concepción de la educación obligatoria como preparación de un buen
trabajador que se tenía en la industrialización, dando más importancia a la familia y
las relaciones sociales.
5.- La motivación para seguir
aprendiendo y prepararse para un mundo en cambio.
Inculcar a los niños a que el estudio puede hacerles mejores y a que no vean en la
educación una obligación, sino un medio para conseguir un futuro mejor. Eso se
conseguirá por medio de técnicas de motivación.
6.- Bienestar de los niños durante su
escolarización.- No
solo hay que tratar que el futuro del niño sea propicio para su buen desarrollo en la
sociedad, también es esencial que mientras está progresando, lo haga de manera
satisfactoria teniendo sus necesidades cubiertas de forma global, mejorando su calidad de
vida.
La sociedad europea
atraviesa un periodo de cambios profundos y entra en una nueva era más activa e
imprevista que las precedentes, lo que indica temor y desconfianza ante lo desconocido.
Sin embargo, todos estos cambios suponen una oportunidad para Europa, ya que evita cambios
bruscos.
La propuesta de estas reformas consiste en explotar las posibilidades de acceso al
conocimiento, colaborar con las políticas de educación y formación de los estados
miembros, guiar a Europa hacia una sociedad de conocimiento, y por último, contribuir a
poner de manifiesto que el futuro de Europa y su lugar en el mundo dependen de la
capacidad de brindar a sus mujeres y hombres las mismas posibilidades de crecimiento
personal.
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