Como en otros países, la educación francesa se inició en las escuelas fundadas por religiosos; antes de la Revolución, prácticamente todas las escuelas eran confesionales y en casi su totalidad estaban controladas por el clero. Una de las grandes fundaciones escolares fue realizada por Juan Bautista de la Salle en 1684, la cual serviría después de ejemplo en otras muchas instituciones semejantes. Las escuelas cristianas fundadas por él cubrían la enseñanza elemental y los niveles secundario, profesional y del magisterio.

 

Otra característica de la educación francesa fue  la centralización, sistema heredado por la República y fortalecido por ella en tiempos de Napoleón. Ello ha producido una uniformidad en todas las escuelas del país, imposible de encontrar en Alemania, Gran Bretaña o Estados Unidos, donde se respetan más las necesidades locales. Los principios de la educación francesa deben buscarse en los escritores ilustrados del siglo XVIII. Las ideas de Rousseau influyeron notablemente en su país y en toda Europa y América.

 

Los decretos de 1792 y 1793 que asignaban al Estado un papel primordial en materia de educación permitieron a Francia beneficiarse de uno de los sistemas más avanzados de formación.

 

El sistema educativo francés es competencia principalmente del Estado y, en concreto, del Ministerio de Educación Nacional (quién creó los programas de educación). A veces le apoya un ministerio o una secretaria de Estado responsable de un sector específico, como puede ser el de enseñanza superior, formación profesional...

           

            El sistema educativo francés ha sido objeto de múltiples adaptaciones Los contenidos de la enseñanza y las competencias que los alumnos deben adquirir en el transcurso de su escolarización han sido definidos nacionalmente después de múltiples concertaciones. Durante los últimos treinta años Francia ha conocido períodos de intensa actividad y de discusiones, lo cual lleva implícito cambios de estructura, principalmente a nivel universitario, así como a nivel escolar.

 

El Estado, por su parte, recluta, forma, remunera y contrata al personal, gestiona sus carreras, y garantiza las provisiones de materiales escolares y material ( ordenadores, audiovisual...).

 

            El sistema educativo está compuesto por los siguientes niveles:

 

v     Enseñanza Preescolar: Los primeros programas escolares fueron establecidos en 1873 por instituciones caritativas que crearon las llamadas salas de asilo, denominadas a partir de 1881 escuelas maternales. En las ciudades pequeñas se crearon paralelamente las clases infantiles, anexas a las escuelas elementales. La educación preescolar fue y es de creación voluntaria, aunque el Estado puede subvencionarla. Acoge a niños de 2 a 5 años de edad. Las clases pueden tener un máximo de 25 niños. El programa consta de ejercicios físicos, juegos, canto, dibujo y trabajos manuales. En el último año, se introducen de una manera informal la lectura, la escritura y el cálculo. Las instituciones se hallan influidas por las pedagogías de Decroly y M. Montessori; existen también muchos centros donde se experimentan los más modernos métodos educativos. El 99 % de los niños de tres años asisten a la escuela maternal  sobre todo en la enseñanza pública.

 

v     Enseñanza Elemental (Primaria): El primer ciclo de educación general corresponde a los niños de 5 a 11 años y es común para todos. La educación incluye tres etapas: el curso preoperatorio, para niños de 5 a 7 años; el elemental para los alumnos de 7 a 9 años y el intermedio para los alumnos de 10 y 11 años. Existen paralelamente escuelas o cursos especiales para los discapacitados. El carácter básico de la escuela elemental se funda sobre la creencia nacional en el principio de la cultura general, y se subraya el uso de la lengua como factor unificador, aunque en la actualidad algunos movimientos minoritarios intentan establecer el empleo en la enseñanza elemental de las lenguas regionales (Bretón, dialecto alsaciano, flamenco). La escuela pública es municipal: desde 1833 el municipio o la agrupación de ellos es responsable de la construcción, del equipamiento y del mantenimiento. La instrucción primaria es obligatoria y la escuela pública es laica y gratuita.

 

v     Enseñanza Secundaria:  La escuela elemental termina a los 14 años y los niños ingresan en los colegios donde cursan estudios de cuatro años divididos en dos ciclos: uno común de dos años y otro de orientación de dos años más de duración. Al finalizar esta primera etapa de los estudios secundarios los alumnos pueden seguir estudios durante dos años en los liceos de enseñanza técnica. Con los cursos de enseñanza general se accede al examen para el título de bachillerato que, a su vez, permite el acceso a la enseñanza universitaria.

 

v     Enseñanza Superior: La educación superior se puede realizar en tres tipos de establecimientos: universidades (para cuyo ingreso es preciso el título de bachillerato o equivalente o en su defecto un examen especial), grandes écoles – escuelas mayores – (ingreso mediante pruebas selectivas), institutos universitarios de tecnología (ingreso mediante estudio del expediente académico por un tribunal). La enseñanza universitaria se divide en tres ciclos: 1º de dos años de duración, para obtener el diploma universitario. 2º de unos cuatro años de duración según la especialidad para obtener el título de licenciatura y maîtrise, el 3º para obtener el doctorado de especialidad (2 años) o el doctorado de estado (de dos a ocho años).

La reforma universitaria de 1968 dotó a los centros docentes de mayor autonomía y liberó a los métodos didácticos de su excesivo formalismo. Sin embargo, una nueva reforma, en julio de 1980, redujo sustancialmente el número de centros habitados para extender diplomas del segundo y tercer ciclo, lo que afectó sobre todo, como materias más suprimidas, a las lenguas vivas, la sociología, la psicología y las ciencias de la educación y, entre las universidades, a las más pequeñas y en vías de desarrollo.

La gran mayoría de estudiantes frecuentan las universidades: alrededor de 1,4 millones, cinco veces más que hace 30 años. El acceso está abierto a todos los titulado de bachillerato o de un diploma equivalente.