La participación parental en la toma política de decisiones

 

Medios para la intervención activa de padres y madres en la gestión democrática de los centros educativos

 

 

Francisco ÍÑIGUEZ MÁRQUEZ

Vicente VENTOSA TORICES

Claudio F. JIMÉNEZ CONDE

Juan Manuel GARCÍA CANO

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

            "¿Crees que lo que dices es bueno?¡Practícalo!"-E.J. Malinowski

 

Con esta reflexión del poeta callejero se podría comenzar a meditar sobre la importancia de la participación de padres y madres en el ámbito educativo. Como la preocupación y dedicación que puede mover a los padres en cuanto a la alimentación y salud de sus hijos/as, así debiera ser considerada la educación de nuestra futura sociedad. ¿Dejarían en manos de otros tan notable responsabilidad?

 

            Una sociedad libre, solidaria, participativa, tolerante, etc... no se construye únicamente llevando a nuestros hijos a las aulas y recogiéndolos a la hora del almuerzo. Es necesario una profunda concienciación de la trascendencia que supone el compromiso participativo en la gestión democrática de los centros.

 

            Para abordar el tema de la gestión democrática podríamos recurrir a su analogía  con la construcción de una casa. Una pareja decide convivir y empieza a plantearse cómo hacerlo de la mejor manera. Para ello deben analizar los problemas con los que es lógico toparse en su proyecto. Deberán planificar las diferentes etapas de un determinado periodo de tiempo. Juntos deberán aportar iniciativas, decidir cuándo avanzar o retroceder en el camino, identificar qué procedimientos resultan más efectivos y evitar caer de nuevo en los errores cometidos. Finalmente meditarán y evaluarán hasta qué punto han llegado a alcanzar su propósito.

 

            Para todo ello han debido saberse capaces, confiar el uno en el otro y en sí mismos. Su dedicación, entusiasmo y paciencia han hecho que no desistan en los momentos problemáticos y, a su vez, han tenido que informarse, construirse una base de conocimientos e invertir un tiempo de sus vidas.

 

            Como en la metáfora de la vivienda, existe una aceptación de las normas y un consenso básico sobre los procedimientos para cambiarlas cuando no sean funcionales o queden anticuadas.

 

            Así, de esta manera, se podría concebir la “democracia” como la participación en un método de convivencia que consiste en el compromiso de tomar decisiones, defender los intereses, aceptar unas normas de juego y los resultados de unas votaciones. A su vez, supone respetar a las minorías y a sus derechos.

 

            Habría que entender la “gestión democrática” como el intento de unificar las “voces individuales” en una “voz general” (o, al menos, la unión  de la gran mayoría de las “voces individuales”). Pero, ¿qué medios existen para conseguirlo?¿Cómo aplicarlo a la intervención activa de los padres en el proceso de gestión de un centro?

 

 

MEDIOS PARA LA INTERVENCIÓN ACTIVA DE PADRES Y MADRES EN LA GESTIÓN DEMOCRÁTICA DE LOS CENTROS EDUCATIVOS

 

            Para ello, los padres deben unirse en la consecución de unos objetivos comunes dentro del segundo contexto socializador fundamental en el desarrollo de sus hijos/as: la escuela. Estos objetivos serían la obtención de recursos para una enseñanza de calidad y la aplicación de una educación en igualdad de oportunidades. Esta finalidad y otros intereses relevantes son desarrollados a partir de diversos órganos educativos del centro donde se escuche la voz, las opiniones y decisiones de actuación de las familias sobre la organización general de la escuela. Los padres trabajan y desarrollan su actividad a partir de la A.P.A., cuyas decisiones son llevadas por sus representantes al resto de  miembros de la comunidad educativa en el Consejo escolar. Las aportaciones e ideas renovadoras y beneficiosas para el desarrollo democrático del Centro  pueden llevarse a niveles mayores, como es el caso del Consejo Escolar Municipal, dentro de un municipio concreto; Consejo Escolar Provincial, dentro de cada provincia; Consejo Escolar Autonómico, dentro de cada comunidad autónoma; y el Consejo Escolar del Estado, siendo este último el nivel máximo de representación de padres y madres en la organización y dinámica del sistema educativo. Estas vías de participación parental en al política del centro está recogida en leyes como la LODE y LOPEGCE , donde se abre camino a su incorporación efectiva en la gestión escolar.

 

            De esta manera, la A.P.A. es considerada como el núcleo principal de acción de padres y madres. Las A.P.A. constituyen una institución de doble carácter: educativo y social. Una de las mejores cualidades de estas asociaciones de padres es el poder contar con un conjunto de personas dispuestas a colaborar con los centros educativos en la difícil labor de la educación. Surge el problema de que en muchas ocasiones se cree que la mejor aportación es la material, el dinero. Pero no es así, ya que llevar a cabo iniciativas e ideas es la mejor forma de apoyar y colaborar. Este problema se agrava por el hecho de que no se aprovechan las enormes facultades de estas A.P.As, debido a varias razones, como la falta de hábito de participación social, la rutina y la inexistencia de planificación.

 

            Para solucionar estos problemas, es necesario que la Junta Directiva de la A.P.A. elabore y organice Comisiones de Trabajo, con la colaboración de instituciones como el Ayuntamiento, la Consejería de Educación e incluso instituciones de carácter privado. De igual forma, debe existir un fuerte apoyo y coordinación entre el Claustro y la A.P.A. Finalmente, una vez que se hayan desarrollado y puesto en práctica las actividades planteadas conjuntamente en las comisiones, éstas quedarán reflejadas en la Programación General Anual.

 

            Es recomendable que la formación y desarrollo de estas comisiones se realicen poco a poco, en principio una o dos, e irlas ampliando de forma progresiva.

 

            La pregunta que se plantea ahora es qué tipo de comisiones hay que poner en práctica. Esto dependerá de las necesidades culturales, deportivas y la propuesta de temas transversales como educar para el consumo, para la salud...

 

            La coordinación de estas comisiones debe recaer en un vocal o miembro de la junta directiva, y las actuaciones deben planificarse basándose en: objetivos fundamentales, coordinación de la comisión, recursos técnicos humanos y económicos, temporalización de las actividades y criterios de evaluación. Participar en los proyectos y actividades promovidas por la A.P.A. es eficaz a la hora de colaborar en la gestión democrática del centro.

 

 

REFLEXIÓN FINAL

 

            Los beneficios de la participación de padres y madres en los centros escolares son innegables, ya que una participación activa es fundamental para dignificar la Escuela Pública, preocupándose por el futuro de sus hijos. Si se quiere incidir e influir en la gestión del centro se debe reivindicar el derecho a: hacer propuestas al Consejo escolar para la elaboración o revisión del P.E.C. y anualmente para la P.G.A.; elevar informes al Consejo escolar sobre aquellos aspectos de interés y preocupación; hacer propuestas para la realización de actividades complementarias; y exigir información y causas o razones sobre los resultados académicos.

 

            Hay que cambiar la situación de comodidad y  resignación que muchas madres y padres presentan ante la importancia de estos aspectos. La actitud a conseguir es la intervención activa en la dinámica interna y externa de las instituciones educativas desde la voluntad y el compromiso a trabajar conjuntamente con los demás miembros de la Comunidad Educativa.

 

            Es muy importante que los padres y madres tomen conciencia de la importancia de la intervención directa y creer en su papel de agente activo dentro de la gestión democrática a partir de los distintos vehículos de participación en el desarrollo de la vida de los centros educativos.           

 


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