¿Hacia donde nos dirigimos?

 

Nueva Ley de Calidad de Enseñanza

 

Vanessa FLORES MARTOS

 

 

 

Parece ser que nos adentramos irrevocablemente en un mundo educativo dirigido exclusivamente a unos/as pocos/as, no importa cómo se llame. P.G.S, medidas de refuerzo educativo, grupos de refuerzo o  nuevos itinerarios, todo esto sólo hace pensar que, cada vez  más, optamos por una segregación educativa dirigida a una actitud totalmente homogeneizada, es decir, separamos a personas según sus necesidades para organizarlas en grupos homogéneos.

Sin embargo, viéndolo de una manera simplista y reduccionista, la nueva Ley de Calidad no tiene por que ser una mala ley. Ofrecer nuevos itinerarios con asignaturas en principio interesantes para las posibles aptitudes de los alumnos/as que las escogen, parece una buena idea. Que los centros se especialicen en ciertos itinerarios, tampoco ha de ser una mala idea, podrá asegurar una mayor calidad en dichos itinerarios, e incluso mayor y mejor especialización por parte del profesorado. Esto significaría por lo tanto, y de nuevo, mayor calidad de enseñanza por parte de un profesorado especializado en la materia. De hecho y aunque la sociedad mercantilista en la que estamos sumidos nos  lo exija, no tenemos por qué ser los/as hombres y mujeres orquesta, es decir, no tenemos que saber de todo y encima mucho, no obstante, esto no significa no tener una educación socio – histórico – cultural básica que nos permita acceder a campos para los que en principio no  estábamos preparados/as.

Parece ser, que estos, al igual que otros muchos principios, no están muy bien recogidos por la ley, y que sólo se quedan en eso, en buenas ideas mal estructuradas, mal organizadas, mal pensadas financieramente, etc. Para comprobarlo, sólo hemos de echar un ligero vistazo al nuevo anteproyecto de la Ley de Calidad de Enseñanza, y comprobaremos que, efectivamente una de las políticas homegeizadoras, segregadoras, reduccionistas y simplemente no pensadas sobre todo para aquellas personas que no consigan unos mínimos, es la opción que se ofrece a los centros para añadir a sus criterios de elección de alumnos/as, su expediente académico. Aunque según la ley, será un criterio que no tendrá el mismo peso que los demás criterios, y además se hará efectivo en asignaturas que no sean obligatorias, he de permitirme el lujo de ser en este caso un tanto escéptica después de ver la cantidad de cosas que tampoco deberían ser y que sin embargo se permiten. Por lo tanto,  desde mi punto de vista, esto significaría crear escuelas de orden elitista en el que aquellas personas que no consigan unos mínimos se verán obligadas a acceder a un centro que en principio ni siquiera pensaron, bien porque no estuviese cerca de su casa, y simplemente porque no respondía a las necesidades que en ese momento eran prioritarias en su elección de centro.

Viendo esta problemática, me planteo dos preguntas (entre muchas más) que me aterran. La primera es ¿dónde se deja el derecho de los padres a escoger centro para sus hijos/as si después serán las notas de estos/as las que valgan para su aceptación en dicho centro? Y la segunda que si cabe me preocupa más que la primera ¿hasta qué punto es la educación pública,  realmente pública? Si se reservan el derecho de admisión (según unos criterios arbitrarios)  los centros públicos (aunque sean para asignaturas no obligatorias), no se sabe muy bien con qué tipología de centro nos encontramos, dejando fuera en la mayor parte de los casos a alumnos/as con notas bajas, pero  a los que atendiendo al artículo 26 de la Declaración Universal de  los derechos humanos, hay que dar respuesta, si no queremos dar  lugar a centros a los que podríamos denominar “guetos”, es decir, colegios que significarían la exclusión social de múltiples chicos y chicas sólo por el hecho de pertenecer a un centro en el que de antemano se sabe que sólo van aquellas personas que no han obtenido una calificación adecuada para acceder a un determinado centro.

¿No se asemeja este orden a la ideología educativa que subyace en el sistema educativo inglés, y por lo tanto a una postura neoliberal? No me voy a meter mucho en este campo, puesto que es muy complejo y no me encuentro en posición para argumentar mis opiniones, pero lo que sí es seguro, es que sabiendo básicamente qué es el Neoliberalismo, nosotros y nosotras nos vamos adentrando en un sistema neoliberal.

¿Dónde está aquí la educación de calidad que tanto se pregona en esta ley?. Los centros serán especializados y autónomos en muchas materias, convirtiéndose la mayor parte de ellos, en centros privatizados o  si se prefiere “públicos” especializados, dejando al margen todos aquellos centros públicos que han de vérselas con todas las personas que no hayan alcanzado el nivel para acceder a los centros que solicitaban. Por lo tanto, está claro que a la calidad sólo podrían acceder aquellos que “diesen la talla”(académicamente hablando, por supuesto), a no ser que se destinasen los suficientes recursos para aquellos colegios públicos que tuviesen que trabajar con las personas que se han quedado atrás en esta selección, permítanme volver a ser en este caso escéptica con respecto a la dotación de recursos tanto materiales como personales por parte de la administración educativa.

 

Cuadro 1; Fuente : OCDE, Education at a Glance” 2001/ Fundación de la Modernización de España. (El País, Lunes 29 de abril de 2002)

 

Ahora bien, ya se llamen medidas de refuerzo educativo, centros especializados, nuevos itinerarios… todos ellos van a necesitar de unas medidas financieras y de unos recursos tanto personales como materiales ,los cuales parece ser que no estamos dispuestos a ofrecer o a aumentar en el caso de que fuese necesario, y sin duda este caso lo requiere. De hecho, me ha dejado algo perpleja (no mucho, ya que me lo imaginaba) que estamos entre los países europeos que menos destinan a educación (ver cuadro 1), pretendiendo sin embargo poner en marcha una reforma educativa de semejante calibre, pretendiendo resultados inmejorables y encima llamando de calidad a la educación que pretenden ofrecernos.

                       

 

Educación infantil

Primaria

Secundaria

Alemania

4.648

3.531

6.209

Austria

5.029

6.065

8.163

Bélgica

2.726

3.743

5.970

Dinamarca

5.664

6.713

7.200

EE.UU

6.441

6.043

7.764

España

2.586

3.267

4.274

Francia

3.609

3.752

6.605

Holanda

3.630

3.795

5.304

Italia

4.730

5.653

6.458

Media OCDE

3.585

3.940

5.294

Portugal

1.717

3.121

4.636

Reino unido

4.910

3.329

5.230

 

Cuadro 2: Gasto por alumno/a en dólares (Paridad del Poder Adquisitivo)

Fuente: OCDE,”Education at a Glance” 2001 / Fundación por la Modernización de España. (El País, 29 de abril de 2002)

 

Como podemos ver, no sólo somos uno de los países que menos destina en educación, sino también somos el país que destina menos por alumno/a (ver cuadro 2), esto quiere decir que adelantar la edad para elegir entre itinerarios y “reforzar” con medidas de refuerzo educativo, supondrá un gasto para el que obviamente no estamos preparados y para el que también obviamente no van a ceder y si lo hacen, me temo que las medidas que utilicen no van  a ser muy de nuestro agrado.

Escoger, separar, segregar, derecho de admisión, todo es sinónimo de desigualdad educativa y hacia nos encaminamos. Existen muchas críticas hacía esta actitud homogeneizadora, y a la vez separatista. Aunque parece ser que dichas críticas han tenido un efecto muy positivo. Desde que apareció el borrador hasta que ha visto la luz el anteproyecto, se han recogido múltiples opiniones que han servido para aclarar y mejorar algunas cosas importantes que estaban bastante difusas y muy confusas, por no hablar de incompletas. Pero, no nos conformemos con esto solamente y sigamos luchando por una verdadera educación de calidad, ya que si bien se han mejorado muchos aspectos en el anteproyecto, aún quedan otros muchos por aclarar y mejorar.

 

Bibliografía

·        http://www.elpais.es

·        http://www.mec.es

·        http://wwwunhchr.ch/udhr/long/spn.htm