Servicios ecosistémicos

 

Los sistemas socioeconómicos dependen en gran medida de los ecosistemas naturales para la obtención de cuantiosos bienes y servicios. En otras palabras, los ecosistemas son fuentes naturales de materia y energía esencial tanto para cualquier actividad económica como para el bienestar humano.

 

No todos los bienes y servicios que se obtienen de la dehesa están ligados a la producción de alimentos y materias primas o actividades que tienen un valor en el mercado. Dado el carácter multifuncional de estos ecosistemas, como también ocurre en otros, existen otras contribuciones que directa o indirectamente satisfacen distintas necesidades de la sociedad actual, ya que contribuyen en alguna de las múltiples dimensiones del bienestar humano (vida digna, libertad y capacidad de elección, salud, seguridad, buenas relaciones sociales y paz de mente y espíritu), pero que son de difícil valoración económica. Estos servicios ecosistémicos ya sean tangibles o intangibles puede clasificarse en:

  • Servicios de abastecimiento referidos al ecosistema como fuente de abastecimiento de alimentos, energía y materiales de origen biótico: alimentos (carne, cultivos agrícolas, setas, hongos, miel, etc.), agua dulce, acervo genético, materias primas (corcho, madera, piel, etc.), energías renovables, medicinas naturales y derivados aromáticos.

 

  • Servicios de regulación: estabilidad climática global influyendo en el balance de carbono, regulación del ciclo de agua, conservación y mejora del suelo dado que la cubierta vegetal de herbáceas existente mejora la infiltración del agua y frena los procesos erosivos, mitigación de incendios forestales gracias al paisaje mosaico de los sistemas adehesados producido por el ganado, conservación de la biodiversidad, regulación de la calidad del aire, control biológico de poblaciones de seres vivos mediante mecanismos de depredación y competencia favoreciendo la estabilidad ecológica del sistema y determinados insectos de este ecosistema juegan un papel importante en la polinización entomófila.
  • Servicios culturales vinculados a unas señas de identidad y componentes patrimoniales propios: las dehesas son enclaves con gran potencial para el esparcimiento físico y mental, son espacios ideales para el desarrollo de actividades turísticas y recreativas, que pueden estar relacionadas o no con el disfrute estético de los paisajes y del patrimonio cultural. Además, la dehesa está asociada a un modelo productivo y económico particular, pero también a una estructura social con unos patrones culturales diferenciados (arquitectura, gastronomía, artesanía, tradiciones y fiestas, lingüística).

La consecuencia de todos los bienes y servicios aportados por la dehesa a la sociedad repercuten en un último beneficio la fijación de la población rural.