Las almejas con mayores niveles de metales pesados provenían de aquellas lagunas en las que la temperatura del agua fue más alta, según este estudio de la Universidad de Córdoba

Las aguas de transición, que son aquellas situadas entre la tierra y el mar como es el caso de lagunas o estuarios, están más expuestas a la acción humana y el agua se renueva más lentamente, por lo que la vulnerabilidad de estos ecosistemas ante la contaminación es mayor. Para conocer la salud ambiental de las lagunas costeras del litoral de Túnez, un equipo de investigación del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la UCO ha utilizado a la almeja fina (Venerupis decussata) como bioindicador para obtener la imagen de la contaminación de estos ecosistemas. 

El estado de salud de los bivalvos y sus respuestas moleculares como defensa ante el estrés oxidativo que provocan los metales pesados en su organismo se utilizan como indicador del nivel de contaminación por metales en el agua. Además, la actividad de filtración de las almejas, capacidad de acumulación, y el hecho de que permanecen siempre en el mismo sitio, ayudan a dar una imagen certera del estado de contaminación del ecosistema. 

En este sentido, el equipo formado por personal investigador de las universidades de Túnez, Cádiz, Portugal y Córdoba, liderado por el investigador de la UCO José Alhama, ha evaluado, por un lado, la concentración de cadmio, plomo, cobre, zinc aluminio hierro y níquel en distintos tejidos, y, por otro, los efectos del estrés oxidativo y los daños que este provoca en la almeja fina que habita los lagos tunecinos. Además, a nivel histológico, han analizado la alteración en las glándulas digestivas y las branquias. De esta manera, han encontrado cómo las lagunas de Boughrara y Sur de Túnez son las aguas de transición más afectadas por la contaminación, conteniendo sus almejas altos niveles de cadmio, que es un metal muy tóxico. 

Las almejas más contaminadas estaban en lagunas en las que la temperatura era más alta y presentaron más alterados sus tejidos, glándulas digestiva y branquias. De esta manera, se evidencia la relación entre el aumento de la temperatura con un nivel más elevado de contaminación, de manera que el aumento de temperaturas derivado del cambio climático, podría provocar una mayor disponibilidad e incorporación de estos contaminantes.

Las altas tasas de contaminación de estas lagunas pueden tener efectos negativos tanto en las poblaciones de almeja fina, que debido a los daños en su organismo podría ver afectada su viabilidad y actividad reproductiva, disminuyendo así la población, como en el ecosistema general de los lagos, en los que la contaminación pasaría a toda la cadena trófica. 

Teniendo en cuenta la actividad pesquera que se lleva a cabo en estas lagunas y el cultivo intensivo de almejas para alimentación humana, sería necesario plantear acciones de descontaminación para que la acumulación de metales en las almejas no pase al organismo humano a través de la alimentación.

 

Referencias

Bejaoui, S., Michán, C., Telahigue, K., Nechi, S., el Cafsi, M., Soudani, N., Blasco, J., Costa, PM., Alhama, J. (2020) Metal body burden and tissue oxidative status in the bivalve Venerupis decussata from Tunisian coastal lagoons, Marine Environmental Research, ISSN 0141-1136, https://doi.org/10.1016/j.marenvres.2020.105000