Bartolomé Olivares, miembro de Acción Ecologista Guadalquivir, activista sociocultural y colaborador de ETNOCÓRDOBA Estudios Socioculturales nos resume veinticinco años de demandas ecologistas en favor de la declaración del Parque Natural de la Sierra de Córdoba
Un cuarto de siglo de la propuesta ciudadana para que se declare la Sierra de Córdoba Parque Natural y tal vez sea el momento de hacer visible la necesidad de esta histórica reivindicación. Pedimos a nuestros representantes legales sentido común, lógica y la voluntad política para que se cumplan la medidas legales, uniendo toda Sierra Morena y salvaguardando su rico patrimonio natural y cultural además de sus señas de identidad.
El 19 de Abril de 1991 se publica en el Diario Córdoba una carta al director con el título «La Sierra de Córdoba como Parque Natural » en la que se argumentan las razones para pedir la declaración. El motivo que nos insta a esta reivindicación es el anuncio por parte del Ayuntamiento de Córdoba de la firma de un convenio con la empresa nipona Hoyo Europa. El alcalde Herminio Trigo viajó a Japón en Marzo de 1991 y en aquel país firmó un convenio para desarrollar un macro proyecto que incluso se presentó en campaña electoral como una propuesta de desarrollo económico de alto nivel para nuestra ciudad, con una inversión de 6.500 millones de las antiguas pesetas. la mejora y ampliación del campo de golf, la construcción de una escuela de informática, un hotel de cuatro estrellas, un hogar de la tercera edad, un puerto deportivo… Para ello el Ayuntamiento se compromete a la modificación del PGOU. Posteriormente, en Octubre de 1992, la empresa Hoyu Europa es denunciada por estafa por muchos accionistas a los que se les vendieron acciones: pequeños y grandes inversores que creyeron a pies juntillas en el proyecto gracias al aval del Ayuntamiento quien acreditó la solvencia de esta empresa nipona. Todo resultó ser una estafa. En el proyecto participaron también Cajamadrid y Cajasur.
En aquel caso vencimos los ecologistas, mas habría que preguntarse si hubiera sido así en el caso de que la empresa inversora hubiera realmente tenido solvencia para llevar a cabo el proyecto… Hoy, igual que ayer, volvemos a alzar la voz para pedir que se haga realidad la protección de este espacio y las razones son las mismas que hace 25 años. Ecosistema especifico de Bosque Mediterráneo, unión con esta figura de toda Sierra Morena desde Huelva a Jaén, control de actuaciones urbanísticas depredadoras, realización de programas de educación ambiental y puesta en valor de este espacio, fomento de iniciativas formativas y de empleo relacionadas con la naturaleza y la conservación medioambiental… Terminamos esta propuesta con la petición de que se inicien los trámites para la declaración del Parque Natural de la Sierra de Córdoba, al menos en la extensión comprendida en el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia, apuntando la necesidad de la participación de todos los actores y de un debate público.
A esta propuesta de sumaria la CEPA, Confederación Ecologista y Pacifista de Andalucía, y su portavoz entonces Paco Casero, junto a Juan Mellado y yo mismo celebramos una rueda de Prensa el 17 de abril de 1991 en la que denunciamos proyectos especulativos similares en Andalucía tales como Costa de Doñana, Puerto Real y Almonte.
El pasado 30 de Enero se celebró el acto por la declaración del Parque Natural Sierra de Córdoba en la Filmoteca de Andalucía con gran participación de asistentes y la sala completamente llena. Para abrir el coloquio se proyectó el documental «El ultimo bosque mediterráneo» del director Arturo Menor (2014) y posteriormente tomamos la palabra Ángel Gómez Puerto, abogado especialista en legislación ambiental, José Roldan, catedrático de Ingeniería Hidráulica, Bartolomé Valle, catedrático de Geografía, y yo. Se hizo un recorrido por la singularidades geográficas de Sierra Morena destacando el espacio que corresponde a la parte de Córdoba y a la magnífica oportunidad para su puesta en valor como una herramienta de desarrollo económico, de dinamización social y de preservación medioambiental, resaltando que no se pueden considerar los ecosistemas solo como espacios naturales y que el paisaje humano es tan importante como el medioambiental para proteger el territorio, factor hasta ahora poco tenido en cuenta en la constitución de los espacios naturales protegidos. Igualmente, se hizo un llamamiento para cambiar la pauta que por la que hasta ahora se declaraban los espacios naturales desde arriba hacia abajo, desde las administraciones hasta la sociedad; siendo hora de cambiar esta pauta y construir desde lo social, desde el consenso de todas las partes. Desde el coloquio se hizo un llamamiento a todos los responsables políticos para un debate público sobre la conveniencia de proclamar la declaración del Parque Natural de la Sierra de Córdoba. Como se expuso, la protección jurídica de los valores ambientales se interrumpe precisamente en el término municipal de Córdoba, de manera incomprensible dado que los bienes comunes y valores ecológicos a proteger son similares al resto de ese espacio homogéneo que recorre el norte del Valle del Guadalquivir.
En el acto, avancé una sinopsis de lo que ha sido históricamente la petición que desde el movimiento ecologista se ha venido haciendo para pedir la declaración del Parque Natural de la Sierra de Córdoba, en concreto la moción que el pleno del Ayuntamiento aprobó en mayo de 1991 por unanimidad a propuesta del entonces concejal Antonio del Moral. En aquella época la Agencia de Medio Ambiente, preguntada en junio por dicha propuesta, confesó no haberla recibido pues el Ayuntamiento nunca llegó a reunir la comisión para abordarla ni la tramitó a la Junta de Andalucía.
Otras aportaciones de las personas asistentes destacaron que este espacio protegido no debe limitarse solo al término de Córdoba sino que debe abarcar otros municipios como Obejo, Villaviciosa o Villafranca, l conveniencia de crear una plataforma ciudadana para promover esta declaración y tener un amplio debate para no perder esta oportunidad y que sirva para promover la verdadera riqueza, que es aquella que protege nuestro territorio frente a la especulación y su destrucción.
Bartolomé Olivares Dovao. Aguardentera, 8 de Febrero de 2016