La industria alimentaria se enfrenta a una serie de retos que deben ser abordados. El más relevante e impactante en la industria de los cereales en Europa es la desconexión entre los sectores de la cadena de valor, que dificulta el cumplimiento de las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático de 2030 establecidas en los acuerdos verdes (es decir, Green Deal, Farm to a la mesa, seguridad alimentaria). Para afrontar los retos hacia una industria circular y neutra en carbono, debemos invertir en soluciones que conecten a las partes interesadas del sector para cerrar el círculo de la producción de cereales y, de este modo, garantizar y promover la seguridad alimentaria y la transición hacia una agricultura sostenible.
Este proyecto crea un ecosistema a lo largo de toda la cadena de producción de cereales, demostrando sostenibilidad y competitividad en todas las fases de producción de las industrias de la harina, la malta y la panadería, con el objetivo de alcanzar los retos sostenibles del mercado.
En el sector primario, la aplicación de las mejores prácticas agrícolas (BAP) en diferentes zonas climáticas y el uso de tecnologías innovadoras (por ejemplo, agricultura de precisión, sistemas de alerta, tecnología NIR) entre los agricultores tendrá como objetivo aumentar la productividad con una mayor eficiencia en el uso de nutrientes, herbicidas y fertilizantes y mitigar el carbono (es decir, mayor retención de carbono en el suelo y menores emisiones de GEI). En la industria de la transformación se crearán contratos modelo estandarizados entre los distintos sectores para garantizar un suministro coherente al mercado europeo de cereales que cumplan con las normas de seguridad alimentaria.
Como resultado, se creará un sistema de certificación de cereales con bajas emisiones de carbono junto con una etiqueta de sostenibilidad “Innocereal EU” que identificará el pan, la pasta, la malta y la cerveza producidos de forma sostenible en el mercado. En definitiva, LIFE Innocereal EU se abre paso a través de toda la cadena alimentaria hacia una producción digital y sostenible, mitigando los gases de efecto invernadero, asegurando una cuidadosa trazabilidad y una distribución equilibrada de la riqueza.