La actividad, titulada “Arroyo Pedroche: gestión ambiental de un entorno singular” y que tuvo lugar en la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, tenía como objetivo reflexionar sobre la gestión ambiental de un espacio tan singular como el arroyo Pedroche desde el conocimiento, la colaboración y la participación ciudadana. Formaron parte de la mesa Adelardo Cánovas Crespo, Coordinador General de Desarrollo Urbano, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Córdoba; Rafael Poyato Salamanca, Jefe de Servicio de actuaciones en Cauces de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir; Belén Ceular Villamandos, Directora de Planificación, Proyectos e I+D+i de SADECO; Eduardo Latorre Rodríguez, representando a la Plataforma ciudadana en defensa del Arroyo Pedroche; Diego Peinazo Amo, presidente de la Sociedad Cordobesa de Historia Natural, y Ramón J. De Miguel Rubio, ambientólogo y doctor por la Universidad de Córdoba, colaborador desde 2005 del grupo de investigación Aphanius del Departamento de Zoología de la UCO.
Durante el desarrollo de la mesa redonda se comentaron las principales fortalezas y déficits de la cuenca y de su gestión, se habló sobre la importancia histórica y ambiental que tiene este arroyo para Córdoba y sobre el potencial que tiene para la conservación de la biodiversidad o como recurso para la educación ambiental. Los participantes también valoraron la tendencia que tiene este arroyo en cuanto a la evolución de su estado en las últimas décadas y diferenciaron las necesidades que se presentan en el tramo urbano del no urbano. Y, además, plantearon cuáles serían las principales medidas a tomar para mejorar la gestión ambiental de este espacio. Entre ellas, destacaron el proyecto de restauración ecológica que tiene planificado la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir o el debate sobre la implementación de una figura de protección específica, como la de Reserva Natural Fluvial o la de Parque Periurbano.
Algunos de los principales problemas que se destacaron fueron el cerramiento de algunos tramos del cauce, el riesgo de que peces de especies exóticas invasoras remonten el arroyo y afecten a la fauna piscícola autóctona, el impacto del cambio climático y de las extracciones de agua en su cuenca o los residuos que se acumulan sobre todo en el tramo urbano del cauce. Se concluyó compartiendo la necesidad de una visión común sobre la gestión de este arroyo que ayude a mejorar la planificación, a fomentar la coordinación entre administraciones, a promover la participación ciudadana y a diseñar programas de educación ambiental municipales genéricos y específicos sobre la importancia y el conocimiento de nuestra biodiversidad más cercana y sobre la buena gestión de nuestros residuos y su impacto en el medio natural.