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Miércoles, 25 de Abril de 2018 14:40

Congreso Mujeres y Comunicacin en un mundo en crisis: El XXI debe ser el siglo de las mujeres

G.C. A.M.
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Participantes en la mesa redonda. Participantes en la mesa redonda. G.C./A.M.

Adela Cortina, Laura Freixas y Ana de Miguel desmontan la cultura patriarcal y alumbran los retos del feminismo

Tres de las ms influyentes pensadoras del feminismo contemporneo espaol pusieron trmino esta maana al congreso sobre Mujer y Comunicacin, que se celebra en la Universidad de Crdoba, con un examen del lastre de la cultura patriarcal y los retos que an restan en el largo camino de la igualdad de gnero.

La escritora Laura Freixas, una de las ms activas feministas espaolas, analiz la estructura ideolgica sobre la que se asientan los paradigmas del machismo. Para ello, se sirvi de algunas imgenes populares que han reproducido de forma subliminal la jerarqua tradicional dominante. Por ejemplo, los Pitufos. Hay muchos Pitufos varones de todo tipo de caractersticas distintas, explic Freixas. Pero solo una Pitufa, advirti. Los hombres son individuos; la mujer es gnero. Su nica funcin es la de ser mujer, reflexion.

La escritora indic que en todas las expresiones culturales el hombre monopoliza el papel protagonista y se define por s mismo y por su relacin con otros hombres. En cambio, agreg, las mujeres se definen por su relacin con los hombres. Siempre son satlites de otros hombres. Para ilustrarlo, lo ejemplific en las tramas narrativas de la mayor parte de las pelculas.

El varn es el sujeto creador, mientras que la mujer es la materia prima de la creacin, argument Freixas. Las mujeres se convierten en objetos susceptibles de comprarse y alquilarse, abund la escritora barcelonesa, especialmente en el terreno de la publicidad. Qu se valora tanto del hombre?, se interpel. El poder. El  hombre poderoso siempre es bueno y la mujer poderosa siempre es mala en los estereotipos culturales dominantes.
La filsofa Ana de Miguel asegur que las mujeres tienen ya un rumbo claro hacia dnde ir, pero les falta el poder para hacerlo. En su opinin, hoy da el discurso sexista ya ha decado de los referentes mayoritarios. Lo difcil es salir del androcentrismo, objet. De Miguel repas el pensamiento de algunos de los filsofos ms determinantes de la historia. Y todos ellos han desarrollado un discurso impregnado de un evidente machismo. Por ejemplo, Nietzsche, quien escribi en su obra ms conocida, As habl Zaratrusta, lo siguiente: Si vas con mujeres no olvides el ltigo.

Cmo le explico yo esto a mi alumnado?, se pregunt. Alegatos igualmente misginos fueron empleados por Rousseau, quien asegur que el fin de las mujeres es hacer que las vidas de los hombres sean fciles. Tampoco Platn se libr del machismo ms obsoleto. Doy las gracias a los dioses por tres cosas. La primera, no haber sido una mujer, proclam el filsofo griego. Cmo podemos tragar esto?, protest Ana de Miguel.

Finalmente cit a Simone de Beauvoir cuando se preguntaba cmo era posible que la humanidad d ms valor al sexo que mata que al sexo que da vida. A las mujeres las iguala, sostiene Ana de Miguel, la capacidad de reproduccin y la experiencia comn de opresin. Y ya no queremos ser las cuidadoras de la especie. Hasta aqu hemos llegado. Hemos tomado conciencia de que no hemos formado parte de la humanidad, declar en el saln de actos del Rectorado de la UCO.

Adela Cortina, Premio Jovellanos 2007, admiti un gran avance en trminos de igualdad en los ltimas dcadas con la ocupacin paulatina de puestos de responsabilidad. Hemos seguido la lnea de un masculinismo equivocado. Y ahora quienes han estado explotados tienen la oportunidad de aportar. Las mujeres tambin, manifest. Cortina record la divisin de valores que han construido los paradigmas dominantes. La autonoma, la libertad, el derecho o la fuerza se les han asignado al hombre, mientras que la responsabilidad, la compasin y el cuidado, a las mujeres para que se queden relegadas en la vida privada. Est bien que ellas tengan buen corazn y cuiden de los desprotegidos, pero con este juego hay que acabar.

En este sentido, subray que hay dos voces morales. La voz de la justicia y la de la compasin. Y las dos son fundamentales. De ninguna se puede prescindir. A la mujer se le ha educado en la segunda voz, afirm, antes de concluir: El siglo XXI debe ser el de las mujeres y el de la reduccin de las desigualdades.