Cabra montés (Capra pyrenaica) Schinz, 1838

Orden: Artiodactyla

Familia: Bovidae

Características generales

Caprino con elevado dimorfismo sexual, siendo los machos adultos (80-100 kg) del doble de tamaño que las hembras (30-40 kg). El color de las hembras es entre canela y ocre, más oscuro en invierno que en verano. Los machos presentan además unas manchas de color negro en los flancos laterales y en el cuello, que aumentan con la edad, pero que desaparecen durante el verano. Los cuernos presentan un crecimiento anual y pueden llegar a medir 80-100 cm en los machos y 30 cm en hembras. El crecimiento anual de los cuernos se manifiesta en forma de anillos o medrones, cuyo desarrollo depende en los machos de la edad, de los factores ambientales y de las condiciones físicas. Aunque el tamaño de los cuernos está también relacionado con factores hereditarios, es bien conocido que anomalías morfométricas en los cuernos de ungulados están relacionadas con las condiciones físicas de los individuos y los parámetros demográficos. La longitud de los cuernos alcanza 70-90 cm a la edad de 12-15 años. Es raro que superen los 90 cm.

La cabra montés se alimenta de pastos donde estos predominan mientras que se comporta como ramoneadora cuando estos escasean. Se trata de una especie parasitada por varias especies de ectoparásitos y endoparásitos. Compite por el alimento con otros ungulados, particularmente con el ganado caprino, y con insectos fitófagos. Entre sus depredadores actuales se encuentra el águila real (Aquila chrysaetos) y el zorro (Vulpes vulpes), que capturan ocasionalmente crías; para intentar minimizar estos ataques, las monteses son una especie gregaria, forma rebaños de diferente tamaño y composición a lo largo del año, con separación de machos y hembras durante la mayor parte del tiempo excepto en época de celo. Esto le permite a su vez detectar a los depredadores antes que los animales solitarios, y emitir señales de alarma para avisar a sus congéneres del peligro.

Hábitat y Distribución

Uno de los factores primarios que determina el hábitat de las monteses es la calidad del alimento. A fin de buscar los mejores pastos, las monteses se desplazan altitudinalmente a lo largo del año. El hábitat usado con más frecuencia por las hembras de monteses es el encinar y el piornal sobre sustrato rocoso, y especialmente durante la época de cría, en que las hembras evitan los terrenos abiertos. Durante el celo los machos ocupan las mismas áreas que las hembras, pero durante la primavera y verano tienden a ocupar principalmente bosques de pinos. La segregación de sexos, excepto durante el periodo de celo, ocurre por tanto no solo a nivel altitudinal sino también en cuanto a la fisonomía de la vegetación

Reproducción

Se trata de una especie polígama en la que durante el celo se establece una fuerte jerarquía entre los machos, donde los dominantes desplazan a los subordinados del acceso a las hembras durante el periodo de estro.

La pauta de cortejo típica de los machos de cabra montés consiste en tener la cabeza y cuellos estirados hacia delante, con los cuernos hacia atrás fuera de la vista de la hembra, y la cola levantada, dejando libre la glándula anal para poder difundir mejor las feromonas. Con esta postura, el macho se sitúa detrás de la hembra, dando a su vez pequeños golpes con la pata delantera y batiendo la lengua, incitando a la hembra a que muestre una postura receptiva. Si la hembra no está en celo, esta responde volviéndose y dando con los cuernos al macho, y a menudo orina. De esta forma el macho olfatea la orina y ventea comprobando el estado de estro de la hembra. Si la hembra está en celo, esta mantiene la espalda arqueada, las patas traseras un poco abiertas y la cola retirada del perineo, al tiempo que anda lentamente.

Durante el periodo de celo es frecuente ver un tropel de machos corriendo detrás de una hembra. Cuando la hembra se detiene, los machos se ordenan tras ella según edad, colocándose primero el más viejo y continuando en orden descendente. La finalidad de este comportamiento de la hembra de correr cuando está en celo, es llamar la atención de los machos de la zona, y de esta forma ser fecundada por el macho de mayor jerarquía que es generalmente el más viejo. La aceptación de la hembra es mayor hacia los machos de mayor edad, los cuales son a su vez los que más tiempo invierten en la lucha.

Después de un periodo de gestación de 23-24 semanas, calculado en base a los periodos observados de pico de celo (4 de diciembre) y de partos (18 de mayo) en la población de monteses de Cazorla y Segura, tiene lugar el parto de la cabra montés. Cuando este momento se aproxima, la madre se aparta a lugares rocosos de difícil acceso. Durante los primeros días después del parto la hembra incrementa el tiempo de vigilancia y permanece en lugares escarpados de difícil acceso a los predadores. A partir de la primera semana, se reúnen un grupo de hembras con las cría y comparten la vigilancia de las mismas.

Bibliografía

Alados, C. L., Escós, J. (2003). Cabra montés – Capra pyrenaica. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Carrascal, L. M., Salvador, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/

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