Este mes de Julio en TROFEO

COMPETENCIA INTERESPECÍFICA ENTRE CÉRVIDOS: EL CORZO SALE PERDIENDO

Jerónimo Torres y Juan Carranza

Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas

Universidad de Córdoba – Junta de Andalucía
Las interacciones entre individuos influyen en la dinámica de poblaciones y por lo tanto en la distribución de las especies. La competencia es la interacción más común en ausencia de depredadores y entre herbívoros lo más frecuente es la competencia por los recursos. Ejemplos de estas interacciones son las de la barnacla carinegra y las liebres y conejos en la costa norte de Europa, siendo éstos últimos los que impiden el crecimiento de determinados matorrales, el caso del alce y la liebre en Canadá que compiten por el alimento pero el primero tiene acceso a ramas más altas.

Aunque la competencia existe, también hay determinadas especies que pueden coexistir al utilizar diferentes recursos entre ellas, como es el caso de los ungulados africanos. Estudiando el tamaño de bocado y la fisiología intestinal, se ha comprobado que en algunos casos los herbívoros más pequeños pueden llegar a desplazar a los más grandes al hacer mejor uso del pasto corto.

El estudio de la competencia siempre ha ocupado un puesto importante en la investigación científica. Prestando atención al corzo, en diferentes estudios llevados a cabo en Inglaterra y en Italia, se ha visto que ante las introducciones de gamo o en presencia de ciervo siempre es el corzo el que sale perdiendo. Se trata de un animal pequeño que se debe alimentar de brotes tiernos y muy nutritivos para evitar la inanición, siendo muy sensible a los cambios en la disponibilidad de recursos y que se ve fácilmente desplazado por cérvidos de mayor tamaño. En concreto, las elevadas densidades de ciervo afectan al peso de las crías de corzo, ya que las madres no se pueden alimentar correctamente durante la gestación.

Todos estos resultados científicos hay que tenerlos en cuenta cuando se quiera llevar a cabo una repoblación corzos, analizando el territorio y las especies que habitan en el lugar donde se van a introducir y realizando una gestión que garantice bajas densidades de otros ungulados.

Síntesis del artículo disponible en el número de Julio 2010 de la Revista Trofeo.

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