El viernes 22 de Mayo en el campus de Rabanales ha tenido lugar una Jornada organizada por la Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas con expertos de distintas universidades, AMAYA, IFAPA, INIA y centros del CSIC de España, para sentar las bases que se trasladarán a la Junta de Andalucía para que ponga en marcha la certificación de calidad cinegética en los cotos de Andalucía.
Esta acción se enmarca dentro del encargo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a la Cátedra de Recursos Cinegéticos de la UCO para el estudio de los procedimientos e indicadores para la certificación de calidad en los cotos andaluces.
La certificación de calidad cinegética está prevista en la ley 8/2003 de Flora y Fauna Silvestres y ha sido desarrollada en el Decreto 14/2008 por el que se regula la certificación y el distintivo de calidad cinegética de Andalucía. En este momento está pendiente la elaboración de la Orden que deberá detallar cómo será el proceso, entidades certificadoras, indicadores, etc. para que pueda ponerse en marcha.
La certificación de la calidad cinegética es uno de los elementos clave para la apuesta por una gestión sostenible y Andalucía es pionera en este tema, siendo la primera Comunidad que pone en marcha un sistema de este tipo que se espera sea adoptado también por otras comunidades que ya han manifestado su intención en este sentido.
Como conclusiones principales de la Jornada cabe destacar lo siguiente:
Todos los expertos reunidos consideran de gran importancia y muy necesaria la puesta en marcha de la certificación de calidad cinegética. Todos coinciden en que la idea de calidad se refiere a la sostenibilidad de la actividad haciendo que sea una heramienta útil para una gestión más natural y por tanto compatible con la conservación de la biodiversidad en los terrenos cinegéticos. Sin embargo también de modo unánime se pone de manifiesto la preocupación sobre los costes que esta certificación puede representar para los titulares de los aprovechamientos, de modo que dado el carácter eminentemente voluntario de la misma, su éxito estará muy condicionado a que realmente suponga un valor añadido a las explotaciones cinegéticas de modo que pueda tener una respuesta positiva desde el sector cinegético, así como a las ayudas que desde la administración pública pudieran implementarse para incentivar el sistema al menos en sus primeros años de funcionamiento.