En la Sierra de la Culebra (Zamora) y áreas cercanas que incluyen las provincias de Zamora y León, se ha constatado, según datos oficiales, la muerte de 141 ciervos en los últimos dos meses, aproximadamente. Eso supone cerca de un 3% de la población estimada en el área afectada. Esta situación se ha convertido en un problema que preocupa tanto a la Junta de Castilla y León como a la ciudadanía general debido a las consecuencias tanto cinegéticas como sanitarias y económicas que puede llegar a sufrir en las zonas afectadas. La elevada mortandad de ciervos en este lugar ha trascendido más allá de las fronteras locales debido a que la reserva regional de caza Sierra de la Culebra (60.000 hectáreas) alberga entre 4.000 y 5.000 ejemplares censados.
Para intentar averiguar la causa de esta elevada mortandad de ciervos en la Sierra de la Culebra se han enviado muestras de los cadáveres encontrados en la región a laboratorios de Algete (Madrid), de León y se ha pedido asesoramiento a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León. Ya se han descartado enfermedades como la lengua azul, la enfermedad hemorrágica del ciervo o la brucelosis (entre otras) y también que se trate de un caso de envenenamiento. Tras numerosas pruebas se ha confirmado que estas muertes masivas de ciervos han sido causadas por una bacteria del género Pasteurella, que habitualmente se encuentra en el tracto respiratorio de los rumiantes. No es la primera vez que ocurre algo similar, hallándose precedentes de mortandades muy elevadas de ciervos tanto en España con los casos de los Montes Universales en Teruel en el año 1991 y en Cádiz en 2007, donde fallecieron 463 ciervos por una bacteria del género Pasteurella, como en otros países del mundo donde residen otras especies de ciervos.
La explicación más plausible de este repentino brote de Pasteurella en la Sierra de la Culebra es el estrés que han sufrido los animales como consecuencia de un cambio en las condiciones ambientales. Cambios bruscos de temperatura de la noche al día pueden provocar inmunodepresión, bajando las defensas del animal y produciéndose una proliferación anormal de la bacteria Pasteurella. El brote ha sido calificado de común y concentrado sobre todo en la localidad Zamorana de Villar de Ciervos, de modo que no peligra la población allí residente pero sí es cierto que puede haber afectado a las perspectivas de determinados cotos de caza. Aunque parece ser que estamos asistiendo a un proceso natural de selección, debemos mantenernos alerta ya que una mala gestión de las poblaciones animales (introducciones, contacto con el ganado doméstico) puede tener consecuencias incluso más graves de las que se están sufriendo en la Sierra de la Culebra.