¿Sabías que... las científicas dedicadas a la Oceanografía sienten más la brecha de género que los científicos?

Aún no siendo necesario recordarlo, conviene no olvidar que, durante mucho tiempo en una sociedad modelada para el hombre a la mujer no solo se le ha negado la formación, también se le ha dificultado brillar por méritos propios con todo tipo de estrategias, no llegándole a reconocer sus importantes aportaciones al desarrollo de nuestra sociedad. Y es en el ámbito de la ciencia donde con mucha mas claridad hemos podido observar los enormes impedimentos con los que se ha encontrado la mujer de ciencia y, en la oceanografía, aún mas si cabe. Sirva como anécdota, la prohibición que existía sobre la mujer para que esta llegara a embarcar, viéndose así desplazada en el campo de las ciencias marinas a trabajos de laboratorio o de recogida de muestras en la costa. La mujer no solo se ha visto limitada en el uso de los medios de investigación, la formación en la ciencia marina también fue un hándicap para ella. Pasado el tiempo, la mujer pudo llegar a cursar estudios superiores e investigaciones de campo a través de las campañas oceanográficas, no sin ir de la mano de su marido, igualmente dedicado a la investigación, como así establecía la normativa de los EE.U.U., por entonces. Pioneras destacadas de las expediciones oceanográficas fueron, Marie Tharp, cartógrafa y geóloga estadounidense, creadora del primer mapa científico de todo el suelo oceánico o Jimena Quirós Fernández y Tello, considerada la primera oceanógrafa española, primera en embarcar en una campaña oceanográfica en 1920, e igualmente fue la primera en firmar un trabajo científico en ciencias del mar y en ser la primera científica de la historia del Instituto Español de Oceanografía. No serán hasta los años 1990, cuando podamos ver algunas mujeres en puestos de responsabilidad. Sin embargo, en España no fue hasta el 2004 cuando Concepción Soto, se convirtió en la primera directora general del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Llegamos hasta nuestros días y se ha de destacar el aumento de oceanógrafas, existiendo a día de hoy, mas científicas que científicos marinos. Sin embargo, el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad sigue sin ser paritario, algo que nos retrotrae a tiempos pasados donde el valor de la mujer como científica no se valoraba con justicia, arrastrando con ello un enorme déficit de talento que nuestra sociedad y nuestro planeta no se pueden permitir.