Durante la vida reproductiva de un semental su esperma va a ser evaluado de manera rutinaria en múltiples ocasiones. Así, cuando un semental va a iniciar la temporada de cubriciones debe ser previamente valorado, en cuanto a su comportamiento y su calidad seminal, para decidir que manejo debemos aplicarle durante esta temporada con el objeto de obtener su mayor potencial reproductivo. En estos casos, varios son los autores (Palmer y Fauquenot, 1984; Rousset y col., 1987; Picket y col., 1988 y 1989; Institut du Cheval, 1996) que recomiendan realizar recogidas y valoraciones diarias durante más de dos días consecutivos hasta un máximo de siete días, para seguidamente adecuar la frecuencia de las recogidas acordes al ritmo idóneo que seguirá nuestro semental durante la estación reproductiva. Una vez iniciada la temporada se recomienda realizar controles regulares de su calidad seminal. No obstante, estas recomendaciones deben ser modificadas para cada animal según el individuo, historia, edad, etc.

La evaluación del semen en caballos persigue dos objetivos principalmente:
1) predecir la capacidad fertilizante de sementales
2) determinar que muestras seminales son aptas para ser conservadas mediante refrigeración o congelación (Magistrini, 2000).

La evaluación rutinaria y tradicional de una muestra de esperma equino requiere la valoración de unos parámetros seminales cuantitativos que incluyen el volumen eyaculado libre de gel, la concentración espermática y el número total de espermatozoides y el pH, y cualitativos como el movimiento y la morfología espermática para obtener la información necesaria para poder discriminar que caballos pueden ser capaces de mostrar un rendimiento reproductivo normal. Sin embargo, aquellos caballos que aparentemente muestren valores seminales normales pero manifiesten cuadros de sub-fertilidad o infertilidad idiopática deberemos realizar pruebas de valoración del semen más específicas para poder determinar con mayor exactitud la calidad de una muestra seminal, entendiéndola ésta como aquella que presenta un alto número de espermatozoides fértiles. Entre estas técnicas destacaremos la valoración del acrosoma, de la membrana plasmática y la cromatina, entre otras.